LA ARQUEOLOGÍA ESCRIBE LA “BATALLA OLVIDADA” QUE NO SALE EN LOS LIBROS
Científicos reconstruyen
los hechos de la ofensiva del Alto Tajuña, con 8.000 bajas pero silenciada por
los textos sobre la Guerra Civil.
Han aparecido 13 Soldados
que nadie reclama, pero también Latas, Medicinas, Envoltorios de Chocolate y
Perfume de Mujer.
Exhumación de un soldado en Abánades en el año
2012. CSIC
Contaba Daniel Gutiérrez Renales, Pastor y Agricultor de Abánades (Guadalajara), que un
día una Vaquilla del Pueblo burló a las Tropas Franquistas, y acabó dando su
vida por la República.
Los Nacionales habían confiscado
la Res y se la habían llevado a El Castillo, su posición en este frente; pero
cuando la fueron a sacrificar el animal se Zafó y echó a correr.
Los soldados la persiguieron, le
dispararon para matarla en su huida. Pero no la alcanzaron y la pobre incauta
acabó yéndose a refugiar en el Alto del Molino, tomado por las tropas
republicanas.
Supuestamente, aquella codiciada
pieza acabó en el estómago de los "rojos",
porque al día siguiente, según el pastor, estos les gritaban Socarrones a sus
enemigos desde las Trincheras: "¿Queréis
un Filete de Ternera?".
En las Excavaciones Arqueológicas llevadas
a cabo en sucesivas campañas desde 2010 por el CSIC (Consejo
Superior de Investigaciones Científicas), han aparecido los huesos de una vaca.
En un informe comentan que podría
tratarse de aquel animal tan Berlanguiano, porque ese tipo de carne era un lujo
en el campo de batalla.
Aunque por los vestigios
descubiertos la dieta de los soldados republicanos que participaron en la Ofensiva
del Alto Tajuña (finales de
marzo y primeros de abril de 1938) debía de ser la envidia de España.
Es algo que solo se sospecha
ahora que los científicos han desenterrado los restos de la que se conoce como
"la Batalla Olvidada",
porque la mayoría de los libros de historia nunca la citan.
Durante
unos 3 días de encarnizada lucha se produjeron unas 8.000 bajas entre heridos y
difuntos, los que ya no se levantaron jamás pudieron ser entre 1.000 y 2.000
Durante unos 3 días de
encarnizada lucha se produjeron unas 8.000 bajas entre heridos y difuntos.
Los que ya no se levantaron jamás
pudieron ser entre 1.000 y 2.000.
Pero de los republicanos no
existen listados y los recuentos de los sublevados solo registran con sus
nombres a los oficiales.
Todas ellas fueron las muertes
más inútiles de la guerra, si es que hay alguna muerte útil, porque este
enfrentamiento en los alrededores de Abánades en el que los gubernamentales se
anotaron un ligero avance "no cambió
nada" en la contienda.
"Quedó Eclipsado para los historiadores por las ofensivas de Aragón y
Levante", que sí fueron decisivas y "cambiaron el destino", explica Alfredo González-Ruibal, investigador del CSIC en el
Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) de Santiago y director de las prospecciones.
La Profunda Laguna de la Historia
Oficial en éste Municipio de Guadalajara, de solo 59 vecinos se ha ido
supliendo con Testimonios y, sobre todo, con Arqueología.
Una disciplina que, en este
lugar, es la Ciencia que Interpreta Latas de Conserva, Munición
Oxidada, Botellas de Coñac y Vértebras de Bacalao Salado, para reconstruir el
día a día y las penurias de ambos bandos en un paisaje en el que perduran las trincheras, los fortines, los refugios improvisados en "parideras" del Monte,
Viejas Cabañas construidas para recoger los Rebaños.
Trabajos Arqueológicos en una Fosa Colectiva de
Abánades en la campaña del CSIC en 2012. CSIC
El Alto del Molino permaneció
bajo Dominio Republicano durante toda la guerra, y aunque allí la compañía de
ametralladoras pudo disfrutar de raciones extra para afrontar los combates,
también padeció enfermedades cutáneas y musculares asociadas a los parásitos, y
bronconeumonías por culpa de las noches de invierno de hasta
-20ºC.
Así de elocuentes son los envases
de medicamentos. O las latas de Leche Condensada, Atún, Sardinas y sobre todo Anchoas,
una Exquisitez, que nunca llegaba a otros frentes.
Y también el Fino Papel de Aluminio
propio del Chocolate, las Espinas de Pescado o los Huesos de Cabras y Ovejas que
revelan la ingesta en fresco, cuando en otros lugares las Tropas se conformaban
con pequeñas raciones de Carne en Lata.
Para beber y aguantar el frío, el
dolor y la angustia, el Avituallamiento incluía Vino, Coñac Peinado fabricado
en Tomelloso, Licores varios y, según se sospecha por unas Botellas Blancas y Traslúcidas,
alguna vez también Champán.
Aquellos días, los sublevados
intentaron sin éxito abrir una brecha en este frente.
Se sabe que existen Fosas Comunes
con Cadáveres, pero aún no se han encontrado.
De momento, según González-Ruibal, lo
que ha aflorado es "la punta del Iceberg".
Durante años, los vecinos se han
topado huesos desperdigados "labrando
la tierra".
Y los trabajos del CSIC han
desenterrado restos de otros 13 jóvenes procedentes de toda España, sepultados
aquí y allá.
La mayoría murieron cuando tenían
unos 20 años de edad y todos han aparecido sin chapas ni documentos
identificativos.
Esos esqueletos de soldados de
ambos bandos llevaban desde 2012 en la Sede Compostelana del Incipit y han sido
devueltos a Guadalajara ésta semana para regresar a la tierra el próximo marzo,
en el 80 aniversario de la Batalla Olvidada.
Ellos también son Soldados olvidados,
porque nadie los ha reclamado y el Ejército, según el director del Equipo
Arqueológico, tampoco asume los gastos del Sepelio.
Para escribir sus Historias
Anónimas no ha quedado más remedio que fijarse en los útiles que empleaban, y
que se han incorporado al museo de la guerra que ha creado Abánades.
Al igual que en cualquier tipo de
excavación arqueológica, se ha obtenido mucha información de los Grandes Hoyos donde
las tropas arrojaban su basura y de los corrales donde dormían.
De allí, y de las Huellas de los Combates
a corta distancia, y de los Cráteres abiertos por las explosiones donde han
aparecido algunos Cuerpos Destrozados.
En las parideras vivían, y
también escribían cartas y hacían trabajos de oficina.
Han aparecido plumillas, tinta
Waterman y Milán y hasta quebradizas Minas de Grafito Milagrosamente
Conservadas.
Hay, además, Navajas de Afeitar y
Liendreras, porque los Piojos, como las Pulgas y la Sarna eran una constante.
Y envases de medicamentos como el
Bardanol, para combatir los problemas de piel, y de otro llamado Urodonal que
estos chicos no tomaban por el ácido úrico, sino para aplacar el dolor de las Articulaciones,
el reuma y la "fiebre de la trinchera" causada
por Parásitos Humanos.
Han aflorado muchísimos Botones,
Hebillas, Zapatos, Llaves, Mecheros; una ficha del Juego de Damas; Insignias de Guerrera en las que se lee "Catalunya"; munición con Caracteres Cirílicos; algún
cierre de Cremallera, que era un invento relativamente reciente.
Pero lo que más le llama la
atención al Director de las excavaciones son "los objetos que no se espera encontrar en el escenario de una batalla",
como "algún pendiente o algún frasco
de perfume de mujer".
Un Soldado guardaba con celo una Medalla
de San Antonio, quizás pensaba que el santo lo Protegería de la Muerte, porque
en algún momento dado perdió la cadena y se prendió la medalla a la ropa con un
imperdible al que, 80 años después, la Chapita de Plata sigue Amarrada y sin
dueño.
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