“HISTORIA DE LAS ISLAS
CANARIAS, SU POBLACIÓN ORIGINARIA ABORIGEN, Y SU COLONIZACIÓN”
Mucha gente en Canarias está algo
perdida sobre la historia real de las islas, y no es culpa suya. Muchas
personas sesgan la información intencionadamente por ideologías políticas o
todo tipo de intereses.
Hay mucha gente en Canarias que se
creen descendientes directos de los aborígenes canarios y no son pocas páginas
donde se pueden leer auténticas barbaridades, como si los mismísimos aborígenes
canarios se hubieran teletransportado al siglo XXI y tuvieran acceso a Internet
para quejarse de la colonización.
A continuación le mostramos un texto
sobre la realidad de la historia de Canarias realizada por expertos con
documentos y estudios verificados. No realizado por charlatanes de barra de
bar.
LOS ABORÍGENES CANARIOS
A diferencia del resto de los
archipiélagos de la Macaronesia, las Islas Canarias se encontraban habitadas en
el momento de ser descubiertas por los europeos.
Desde el principio de la conquista,
los cronistas relacionaron las costumbres y el dialecto de los aborígenes
canarios con los de las poblaciones bereberes del noroeste africano.
Desde entonces hasta hoy, numerosos
estudios antropológicos y arqueológicos han tratado de determinar cuándo, cómo
y desde donde llegaron los primeros pobladores de las islas.
EVIDENCIAS SOBRE EL ORIGEN GEOGRÁFICO DE LOS ABORÍGENES CANARIOS
La procedencia de la población
aborigen canaria ha suscitado desde siempre un enorme interés.
Desde el punto de vista histórico,
para poder deducir el origen geográfico de los aborígenes, se ha recurrido
tanto a la interpretación de fuentes escritas como a la de restos
arqueológicos.
Sin embargo, antes de llegar a
cualquier conclusión, es de vital importancia que todas estas evidencias sean
contrastadas empíricamente por especialistas (Arqueólogos, Antropólogos, Historiadores,
Filólogos).
En el caso, por ejemplo, de las
antiguas fuentes escritas, que deben ser interpretadas en su contexto histórico,
porque la información que aportan puede estar sesgada o incluso ser errónea.
Esto es así porque, hasta fines del
Siglo XVI, las crónicas fueron escritas por los conquistadores, que
interpretaban la sociedad y las costumbres indígenas desde una mentalidad
occidental.
Cuando llegaron los europeos al
Archipiélago Canario en los Siglos XIV y XV, con intención de conquista y
colonización, se encontraron que las islas estaban habitadas por poblaciones
que aparentemente tenían un desarrollo cultural diferente y dialectos diversos,
que desconocían la navegación y que habían permanecido aislados.
Desde esos primeros contactos, el
origen de la población indígena se convirtió en un tema de especial atención
tanto en la literatura pre-científica como científica.
El interés por conocer la procedencia
de los aborígenes canarios suscitó que, a lo largo de la historia, surgieran
las más heterogéneas especulaciones sobre su origen, desde los Míticos Atlantes
hasta los Vikingos.
Muchas han sido las hipótesis sobre
la procedencia de las antiguas poblaciones canarias, tantas que hoy existe una
amplia bibliografía de historiografía centrada en analizar y explicar por qué
surgen en cada época histórica visiones diferentes sobre el origen de los
indígenas canarios y sobre el problema del poblamiento de las islas.
En la actualidad, las Investigaciones
Arqueológicas, Antropológicas y Filológicas, apuntan hacia un indudable Origen
Norteafricano de las poblaciones aborígenes canarias, emparentadas con el mundo
PROTOBEREBER
y BEREBER.
Desde que se iniciaron los estudios
de Antropología Física en Canarias, sustentados en procedimientos ya superados
de carácter meramente descriptivos y de Base Raciológica, se establece una
similitud entre los Componentes Físicos principales de las Poblaciones Antiguas
Canarias y las Poblaciones Norteafricanas Prehistóricas y Protohistóricas
Por otro lado, se encuentra que
determinados aspectos de la organización social y de la cultura material de los
Aborígenes Canarios también se pueden relacionar con las poblaciones del Noroeste
Africano, como es el caso de las Viviendas Semi-Excavadas en el suelo, la forma
en que enterraban a sus muertos o los tipos de cerámica encontrados.
En trabajos más recientes, los
grabados rupestres y las escrituras del tipo LÍBICOBEREBER encontradas
en las distintas Islas del Archipiélago, han proporcionado una prueba
fehaciente de la relación de los Aborígenes con Poblaciones del Ámbito
Bereber Norteafricano.
En algunos trabajos se ha planteado
incluso que la denominación de muchas de las Islas Canarias parece corresponder
con los Antiguos Etnónimos de Tribus
Prerromanas Norteafricanas, como la de los CANARII, muy bien
estudiada por Jiménez y Tejera.
De forma esporádica se han encontrado
también evidencias de presencia de Poblaciones Europeas en Canarias, como son
los supuestos Materiales Arqueológicos de Origen Romano encontrados en
Lanzarote.
Sin embargo, es muy difícil
determinar la intensidad de dicho contacto y si existió realmente un
establecimiento de esas poblaciones en las islas, que implicara un impacto
económico y cultural en los Aborígenes Canarios.
Se sabe que los límites de la
ocupación territorial del África Occidental Atlántica en el caso de los Fenicios,
Púnicos y Romanos, estaban situados en lo que actualmente sería la Ciudad de
Rabat, con la única excepción conocida de la Isla de Mogador.
Por ésta razón, parece poco probable
que existiera una ocupación política o una explotación económica del
archipiélago.
Sin embargo, las Islas Canarias no eran
del todo desconocidas para las poblaciones mediterráneas, por lo que podrían
haberse producido algunas empresas exploratorias y arribadas fortuitas.
Por otro lado, dado el aislamiento cultural
de las poblaciones indígenas, parece que estos contactos debieron ser puntuales
y sin consecuencias en la forma de vida de los aborígenes.
EVIDENCIAS SOBRE EL PROCESO DE COLONIZACIÓN ABORIGEN DE LAS ISLAS
CANARIAS
Aunque se han propuesto numerosas
razones que pudieron provocar la migración de los primeros pobladores a las
Islas Canarias, si tenemos en cuenta la progresiva desecación del Sahara, es
probable que las causas más importantes fueran de tipo económico y demográfico.
Por otro lado, pudieron también
existir razones de tipo político, como consecuencia de las diferentes
influencias exteriores que actuaron sobre el Noroeste africano: la fundación de
Cartago en el 814 a.c., la ocupación Romana entre los Siglos I a.c. y III d.c.
y, las invasiones árabes en el siglo VII.
Sin embargo, la mayor incógnita
probablemente no sea por qué sino cómo llegaron los Primeros Colonizadores a
las Islas, ya que todavía no existen evidencias del conocimiento de la navegación
por parte de los aborígenes.
Si atendemos a los documentos
históricos, se tiene constancia de que los aborígenes eran buenos nadadores y
disponían de ciertos medios primitivos de navegación, como odres inflados o
troncos de Drago Ahuecados.
También se plantean varias hipótesis
respecto a la forma en la que llegaron a las islas, ya que se desconoce si
llegaron por sus propios medios o si fueron traídos a las islas.
Por otro lado, no se sabe si vinieron
de forma voluntaria o si fueron deportados.
Respecto a la fecha en que llegaron
los aborígenes, existen numerosas dataciones absolutas en la actualidad, obtenidas
de muestras procedentes de distintos yacimientos de todas las islas, que
insisten siempre en un poblamiento tardío que corresponde con la mitad del
Primer Milenio a.c., para la llegada de los Primeros Contingentes
Poblacionales.
Ya que en la mayoría de las islas se
diferencian varias fases culturales superpuestas, se ha llegado a la conclusión
de que la colonización del archipiélago se produjo probablemente por diversas
migraciones desde el norte de África. La mayoría de los autores apuntan a una
primera migración, procedente del Magreb, que crearía la cultura de sustrato en
todas las islas, y una segunda que incorporaría elementos culturales
saharianos.
Estudios Bioantropológicos sugieren que el poblamiento se produjo en 3
momentos diferentes: 2 oleadas consecutivas procedente de la Zona de Magreb, a
mediados del Primer Milenio y en torno al cambio de era, respectivamente; y una
tercera de Origen Sahariano, en el Siglo X d.c., que afectaría sólo a algunas
islas.
LA CONQUISTA DE LAS ISLAS CANARIAS
Aunque se sabía de su existencia
desde la Antigüedad Clásica, las Islas Canarias fueron olvidadas durante los
siglos de crisis del Imperio Romano y la Edad Media.
Durante éste periodo, las Poblaciones
Aborígenes Canarias evolucionaron de manera independiente, hasta que se produjo
el denominado “redescubrimiento” de las islas.
Los primeros viajes a Canarias
empezaron a realizarse a finales del siglo XIII por comerciantes europeos.
También, Navegantes Castellanos y Portugueses,
comenzaron a frecuentar los Bancos Pesqueros Africanos.
Estos viajes contribuyeron a mejorar
el conocimiento sobre la navegación de la zona y a incrementar el interés hacia
las Islas, centrado principalmente en la captura de esclavos y en la
posibilidad de obtener suelo agrícola para implantar cultivos como el de la
caña de azúcar.
Existieron también fuertes
motivaciones políticas, como la lucha entre las Monarquías Lusa y Castellana por
incorporar las Islas a su Soberanía, como paso previo a la conquista y control
de las Costas Africanas.
Como fase inicial, se produjo en el Siglo
XIV una etapa de “Precolonización” en la que se establecieron únicamente
relaciones comerciales o evangelizadoras con la población aborigen.
La etapa de Colonización propiamente
dicha se llevó a cabo en el Siglo XV mediante el Dominio Militar del
territorio, la creación de nuevos marcos políticos administrativos, la
remodelación de la población y la reordenación de las Actividades Económicas.
La conquista de las Islas duró casi
un Siglo, y se produjo en 2 fases diferenciadas.
En una primera etapa, denominada
conquista señorial, La Corona de Castilla cedió a Béthencourt el derecho de conquista y colonización de las islas.
Esta etapa abarca desde el inicio de
la conquista en 1402 hasta el 1477, año en el que los Reyes Católicos
reclamaron los derechos de conquista de las Islas hasta entonces Insumisas (Gran Canaria, La Palma y Tenerife).
Esta segunda fase se conoce con el
nombre de conquista realenga y abarcó desde 1477 hasta 1496, año en el que
finalmente se incorporó Tenerife a la Corona de Castilla.
La conquista de las Islas, se inició
con la llegada a Lanzarote de la expedición de Navegantes Normandos en 1402.
Aunque inicialmente se establecieron
pactos de amistad con los Aborígenes de la Isla, la ruptura de estos acuerdos y
la Esclavización de Aborígenes, provocaron revueltas en la Población Indígena.
Esta situación termina en 1404 con la
llegada de nuevas tropas y con el sometimiento de la Población Aborigen, ya
diezmada por las Enfermedades y la Esclavitud.
La conquista de Fuerteventura es emprendida
también por las nuevas tropas de Normandos en 1404, en la que intervinieron aborígenes
de Lanzarote, lográndose el dominio de la isla en 1405.
Tras estos acontecimientos, las
fuerzas normandas tratan sin éxito la conquista de otras Islas, lográndolo tan
solo en la Isla de El Hierro.
Esto fue debido a que su población era
poco numerosa, a causa de las Acciones Piratas y Esclavistas, realizadas por
los Navegantes Europeos.
La ocupación de La Gomera comenzó en
1420, cuando Maciot de Béthencourt se
estableció en la isla.
Esta Primera Etapa fue Lenta y Pacífica,
aprovechando los pactos de amistad con algunos Bandos Gomeros.
Fue a partir de 1455 cuando se inició
realmente la conquista de la isla por parte de Fernán Peraza el Viejo.
Tras la esclavización de gran número
de aborígenes gomeros entre 1470 y 1480, se produjo una gran rebelión que culminó
con una fuerte represión que marcaría la definitiva incorporación de La Gomera al
Señorío de Canarias en 1488.
Esta represión tuvo como consecuencia
la muerte de un gran número de aborígenes y la esclavización de mujeres y
niños, que fueron vendidos en los mercados peninsulares.
Por otro lado, la llegada de Nuevos
Colonos, obligó a los aborígenes que permanecieron en la isla, a ocupar una
situación marginal.
La conquista de Gran Canaria comenzó
en 1478, por orden de los Reyes Católicos.
La primera fase, comprendida entre
los años 1478-1480, se caracterizó por una guerra de desgaste, centrada
fundamentalmente en el Noreste de la isla.
En la segunda etapa, a partir del año
1480, las constantes capturas de esclavos y las epidemias desembocaron
finalmente en la rendición definitiva de la isla en el año 1483.
Sin embargo, algunos grupos de Aborígenes,
Perduraron Alzados en Armas, en zonas de cumbres.
Aunque la isla de La Palma había
estado expuesta a varios intentos de conquista a lo largo del Siglo XV, la
ocupación definitiva no comenzó hasta el año 1492.
La empresa corrió a cargo de Alonso Fernández de Lugo, con la ayuda
de hombres procedentes de Sevilla, así como de aborígenes de Gran Canaria y La
Gomera.
Un año después y tras diversas
batallas se pactó una tregua entre los Colonizadores y la Población Indígena de
La Palma.
Sin embargo, mediante engaño, el jefe
de los guerreros palmeros acaba siendo apresado junto a gran parte de sus
hombres, que fueron enviados a la península como esclavos.
Tras la incorporación de la isla a la
Corona de Castilla, muchos de los aborígenes que quedaron en la isla también
fueron esclavizados.
A lo largo del siglo XV, Tenerife
también había tenido una amplia presencia de comerciantes, misioneros y
navegantes.
La conquista de la isla, emprendida
por Alonso Fernández de Lugo, fue un proceso relativamente corto (1494-1496),
en el que se pueden distinguir varias etapas.
En 1494 un contingente de hombres
integrado por sevillanos y aborígenes de otras islas desembarcó en Tenerife, y
tras sufrir una fuerte derrota se retiraron a Gran Canaria.
En 1496 tuvo lugar un nuevo intento,
esta vez definitivo, el cual se vio facilitado por el mal estado de salud de la
Población Aborigen, diezmada por una Epidemia denominada “MODORRA”.
LA COLONIZACIÓN DE LAS ISLAS CANARIAS
La conquista y colonización de las
Islas Canarias provocó una disminución de la población aborigen, aunque es muy
difícil estimar los datos demográficos anteriores a la llegada de los
conquistadores y posteriores a la misma, ya que las fuentes de las que se dispone
fueron escritas por cronistas europeos y su información puede estar sesgada.
Lo que está claro es que el estilo de
vida indígena se modificó drásticamente tras la conquista , ya que los
aborígenes que quedaban se mezclaron con los colonizadores, mientras que otros
fueron trasladados a otras islas o al continente, y en algunos casos,
introducidos en el mercado esclavista europeo. Sin embargo, la política de
conservación del pueblo indígena de Isabel la Católica favoreció su
supervivencia y mestizaje.
De los datos del Obispado de Canarias,
se deduce que en 1504 existían unas 1.200 Familias Aborígenes, en todo el
Archipiélago.
LA POBLACIÓN ABORIGEN TRAS LA CONQUISTA
En cuanto al número de aborígenes que
sobrevivieron a la conquista, existen grandes diferencias entre las islas.
Sin embargo, en todas ellas, la
población indígena participó en el proceso repoblador; en el caso de los
nobles, fusionándose con los jefes europeos, y en el resto, dedicándose a la
ganadería e integrándose en otros grupos de su mismo nivel y consideración
social.
Dado el escaso número de mujeres
europeas que había en las islas, algunas aborígenes accedieron por matrimonio a
la categoría de colonizadoras.
Aunque Fuerteventura y Lanzarote no
tenían una población indígena numerosa, ésta se intentó conservar a pesar de la
esclavización y el traslado de muchos aborígenes.
Una isla más castigada en este
sentido fue El Hierro que, incluso antes de la Colonización Europea, ya contaba
con una Población Aborigen bastante reducida por las Incursiones Piratas.
Tras la conquista, la isla del Hierro
fue poblada por Normandos, quedando tan sólo Mujeres y Niños Aborígenes.
Por otro lado, La Palma, castigada
igualmente por las Capturas Piratas, sufre un proceso de Esclavización Masivo tras
la conquista, quedando la población indígena relegada al Sur de la isla.
En el caso de La Gomera, en un
principio se conservó gran parte de la población, e incluso algunos Gomeros participaron
en la conquista de otras islas.
Esta situación cambió tras la
rebelión de los Gomeros, dando como resultado la esclavización y ejecución de
muchos de ellos.
En Gran Canaria, una gran parte de
los Aborígenes que no habían sido Esclavizados fueron Deportados, salvo
excepciones de algunos Nobles, con la intención de impedir revueltas.
Algunos Indígenas de Gran Canaria
participaron luego en la Conquista de Tenerife, quedándose posteriormente en
esta isla.
Sin embargo, el número de Aborígenes,
Esclavos o Libres, que quedaron en la isla de Gran Canaria, fue considerable.
En Tenerife, tras la conquista y la
esclavización de una parte de la población, los supervivientes se concentraron
en la Zona Sur, quedando otros grupos esparcidos por el resto de la isla.
En 1519 se estima que la Población
Indígena de Tenerife, no sería mayor de 3.000.
LA COLONIZACIÓN EUROPEA
En un principio Lanzarote,
Fuerteventura y El Hierro fueron pobladas por Normandos, Andaluces y Moriscos,
incrementándose estos últimos con el aumento de las incursiones en África en
busca de esclavos, a finales del Siglo XV.
En el resto de las islas, los colonos
procedían de diversos lugares, siendo más numerosos los Portugueses, Españoles,
Italianos y Flamencos.
Dentro de la Población Española que
participó en la colonización, la mayoría procedía de Andalucía, y fueron
partícipes de las fases de Exploración, Saqueo, y un Brutal Exterminio
Aborigen, durante su Conquista.
Posteriormente, se produjo la llegada
de Gallegos, especializados en Tareas Agrícolas y Ganaderas.
También llegaron algunos Extremeños,
que se dedicaron a la Agricultura, y Burgaleses, que participaron en Tareas
Comerciales.
Aunque a mitad del Siglo XV hubo un
corto periodo de ocupación portuguesa en La Gomera y Lanzarote, su mayor
influencia se produjo tras la conquista.
Los Portugueses fueron los
responsables de la introducción y desarrollo del Cultivo de la Caña de Azúcar, y
su Procesamiento.
Existían, además, Leyes que obligaban
a los Agricultores, tanto Españoles como Portugueses, a establecerse con sus Esposas
e Hijos, en las tierras que se les habían asignado (despojadas a la fuerza, a los
Aborígenes) para poder conservarlas.
Algunos se instalaron en las Costas como
Carpinteros de Ribera o Pescadores, pero sin lugar a dudas, una de las
actividades más importantes llevadas a cabo por este Colectivo de Colonizadores
fue la Comercial, con todo tipo de Mercancías incluyendo Esclavos, tanto Blancos,
Negros como Aborígenes.
También llegaron Italianos a las Islas,
procedentes en su mayoría de Génova, que estuvieron relacionados con la Industria
Azucarera.
La mayoría terminó fusionándose con
las Familias Aristocráticas, y ocuparon puestos importantes en la
administración.
Otras Minorías Europeas que llegaron
a las Islas fueron Flamencos, Ingleses e Irlandeses, relacionados con las Exportaciones
Comerciales a Europa del Norte.
También algunos Judíos y Moriscos buscaron
refugio en Canarias, tras ser expulsados de Castilla y Portugal, a finales del Siglo
XV.
EL TRÁFICO DE ESCLAVOS EN CANARIAS
Tras la conquista, debido al bajo
número de aborígenes y la existencia de órdenes que los amparaban, se hizo
necesaria la importación de Mano de Obra Esclava procedente de las Costas
de
Berbería
(Regiones
Costeras de Marruecos, Argelia, Túnez
y Libia).
Mediante Cabalgadas, Compras a Mercaderes
Portugueses, o expediciones a Cabo Verde y Guinea, llegaron a Canarias Esclavos
Moriscos y Negros, necesarios en todos los Sectores Económicos, pero sobre todo
en las Plantaciones e Ingenios de Caña de Azúcar.
El Número de Esclavos Moriscos, que
llegaron a las diferentes Islas, fue variable.
En Lanzarote y Fuerteventura, su
presencia fue mayoritaria, ejerciendo además como elemento repoblador.
A finales del Siglo XVI, en
Fuerteventura constituyeron el 15,3% de la población, dedicándose
principalmente a la Agricultura y Pastoreo.
En 1572 se Prohibieron las Cabalgadas,
por lo que el Comercio de Esclavos se centró en los de Raza Negra únicamente.
Los Esclavos Negros, procedentes de Berbería,
Cabo
Verde, Angola y Madeira, llegaron a Canarias de
manos de Mercaderes Portugueses, siendo distribuidos de las Islas Mayores a las
Menores, por Comerciantes propios del Archipiélago.
En algunas islas, como Gran Canaria,
llegaron a representar el 70% de la Población Esclava.
En esta Isla entraron unos 10.000 Esclavos
durante el Siglo XVI, con un aporte regular de unos 100 individuos, por año.
INFLUENCIA AMERICANA EN CANARIAS
Es necesario destacar también, la
continua relación existente entre Canarias y América, lo que motivó importantes
movimientos de población, entre ellas.
Los Canarios, primero como Conquistadores
hasta finales del Siglo XVI, y luego como Colonizadores y Trabajadores,
Protagonizaron diferentes Oleadas de Emigración a América, principalmente a Cuba, Venezuela,
Colombia, Puerto Rico, Santo Domingo, Texas, Luisiana y Uruguay.
Diferentes Acontecimientos Económicos
y Políticos en los países de destino de los Canarios, motivaron posteriormente
el regreso de familias enteras a las islas.
LA POBLACIÓN DE SANTA CRUZ DE TENERIFE EN LOS SIGLOS XVII-XVIII: LA
IGLESIA DE LA CONCEPCIÓN.
Desde los inicios de la conquista,
Santa Cruz de Tenerife ocupó un lugar importante en el Archipiélago Canario,
primero como punto de arribada de las expediciones europeas y, una vez
terminado el proceso de conquista, como puerto principal de las islas.
Tras la conquista, numerosos colonos
europeos se asentaron en Santa Cruz de Tenerife, preferentemente en la salida
de los barrancos, situación privilegiada por su cercanía al puerto; los Colonos,
tras confiscar por la fuerza sus tierras, desplazaron a los Indígenas y los dispersaron
a lo largo de la isla.
A los Guanches que quedaron, se
unieron muchos Gomeros y Canarios desterrados que, tras intervenir en la Conquista,
habían adquirido un Estatus Superior; sin embargo, a pesar de la llegada de los
Colonos, en Santa Cruz se siguió manteniendo la base de la Economía Indígena,
basada en la cría de Ganado Caprino.
Durante éste tiempo, el desarrollo de
la población fue lento y muchos abandonaron la zona, debido a las malas
condiciones económicas.
En 1561, se estima para Santa Cruz,
una cifra de 57 viviendas, y alrededor de 770 habitantes.
Posteriormente se empezó a
desarrollar de forma gradual una nueva economía, basada en Actividades
Agrícolas y Mercantiles, además de mantener la Cría de Ganado Caprino.
En el siglo XVII, la mitad de los Navíos
procedentes de las Américas pasaba por el Puerto Santacrucero, convirtiéndose
en el Área receptora de productos manufacturados y alimenticios de importación;
ya en 1676, el número de habitantes en Santa Cruz, supera los 2000.
A principios del Siglo XVIII, se
produjo un Aumento Demográfico coincidiendo con una época de prosperidad, en la
que se ve favorecido el desarrollo de Centros Urbanos.
Santa Cruz se convirtió en el Puerto
Principal de las Islas, al que llegan multitud de Navíos Europeos incluyendo Ingleses,
Holandeses, Suecos y Daneses.
Por otro lado, en 1718 el Puerto
Santacrucero, según el Reglamento del Comercio Canario-Americano, se convirtió
en el único autorizado para el tráfico con América, y el de obligada arribada
para el regreso en todo el Archipiélago Canario.
En éste momento, la población de
Santa Cruz estaba formada por los Indígenas que sobrevivieron a la conquista,
los Colonizadores Peninsulares y Europeos, y los Esclavos que ya quedaban.
En las partidas de casamiento, en las
que a partir del Siglo XVIII se obliga a mencionar la procedencia de los
contrayentes, se observa que el 98% de las Mujeres que se casan en Santa Cruz,
han nacido en las Islas, lo que indica un papel fundamental de la Mujer Canaria
en la formación de la Sociedad Insular y en su estabilización.
Dentro de los españoles, los Andaluces
y Gallegos, son los más numerosos; se destaca también la presencia de Población
Americana, y con respecto a los procedentes del extranjero, la mayoría son Franceses,
Portugueses e Italianos; aunque, en los primeros tiempos de colonización la mayor
parte de los esclavos de Tenerife, eran los Guanches, aunque ese momento la
mayoría de los esclavos en las Islas, la constituyeron los Negros y los Moriscos.
También, numerosos esclavos
alcanzaron la libertad, y vivieron en común con los Españoles, mezclándose con
ellos.
La Iglesia de La Concepción de Santa
Cruz fue fundada en 1501; desde su inicio hasta 1823, cuando se produjo la
apertura del Primer Cementerio Civil, los alrededores de la Iglesia de La Concepción
fue usada con fines Funerarios.
Esta costumbre, consistente en enterrar
a los muertos tanto dentro como en los alrededores del templo, fue bastante
común en las Iglesias Católicas hasta principios del Siglo XIX.
En el caso de La Concepción, se
registraron más de 12.000 entierros en el interior del templo, y más de 15.000…
si se cuentan los del exterior.
Teniendo en cuenta que la Iglesia de
La Concepción albergó los enterramientos tanto de hombres libres como esclavos,
estos restos pueden ser un ejemplo representativo, de cómo era la Sociedad de
Tenerife en los Siglos XVII-XVIII.
LA POBLACIÓN CANARIA ACTUAL
El Crecimiento Demográfico en las Islas
ha continuado desde entonces, llegándose a una población de unos 360.000
habitantes a principios del Siglo XX, y alcanzando los 2 millones (INE, 2008).
Las Islas más pobladas son Gran
Canaria y Tenerife con más de 800.000 habitantes y, las menos habitadas son La
Gomera y El Hierro con unos 20.000 y 10.000 habitantes, respectivamente.
Como pueden ver, después de leer éste
extenso texto de la Historia de Canarias, los Orígenes de la población actual
de Canarias, van desde Múltiples Naciones de Europa aportando Colonos, pasando
por Esclavos de multitud de zonas de África, y terminando en Mestizos
Originarios de los casamientos de Colonos Europeos y Castellanos, con Mujeres
Guanches.
¡Si alguien les dice que es descendiente de los “ABORÍGENES CANARIOS” o que se cree “GUANCHE”, dígale que se lea este artículo…!
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