SIGLO XVI - NUÑEZ DE BALBOA
ESPAÑA EN EL OCÉANO PACÍFICO
Vasco Núñez de Balboa, español de Extremadura fue el
primer europeo en ver el Océano Pacífico desde la orilla del Continente Americano,
y tras cruzar el Istmo de Panamá, tomó posesión de sus aguas en nombre de los Reyes
de España el día 25 de Septiembre de
1513, y le otorgó el nombre de MAR
DEL SUR.
Unos años más tarde, el Navegante Portugués Fernando de Magallanes, durante su
expedición a Filipinas y las Molucas al servicio de la Corona de España, le dio
el nombre de PACÍFICO, por encontrarse Aguas Tranquilas durante la mayor parte
de su viaje desde el Estrecho de Magallanes.
El descubrimiento Español de las Islas Salomón es
sólo un pedazo de la historia de la Navegación Española en el Océano Pacífico,
una gigantesca aventura que comenzó a hacer posible hace ahora un poco más de 501
años.
El Archipiélago del Pacífico en Oceanía, es ahora
un Paraíso Fiscal que pertenece a la Commonwealth Británica, y cuyo Idioma Oficial
es el Inglés, pero las islas fueron descubiertas por el Explorador Español Álvaro de Mendaña de Neira en 1567, tras
una expedición que partió del Perú, en búsqueda de la TERRA AUSTRALIS Incógnita.
Con aquel descubrimiento, el Imperio Español
alcanzaría su mayor gloria y expansión, tras las sucesivas Expediciones de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, Miguel de Urdaneta, Jofre de Loaisa, Álvaro de
Mendaña, o ya en el Siglo XIX la Expedición de Alessandro Malspina.
Mendaña y sus hombres, las bautizaron con el Nombre
Bíblico en honor a la leyenda de la Tierra Mítica que circulaban desde hacía
siglos, el país de OFIR, un Puerto-Región
mencionado en la Biblia, célebre por sus riquezas.
Durante siglos se sostuvo que el Rey Salomón
recibía cada 3 años durante su reinado, un gran cargamento de oro, plata,
sándalo, piedras preciosas, marfil, monos y pavos reales de OFIR; esta leyenda pobló la imaginación
de aventureros y navegantes, y numerosas conjeturas entre ellas las de su
ubicación en Asia, hasta que el viaje de Mendaña,
trasformó la imaginación por la realidad, al situar las costas del Archipiélago
en el mapa y en las cartas náuticas, y establecer la ruta para llegar hasta
ellas. Su nombre, “SALOMÓN”, quedó como vestigio de aquella creencia, a pesar
de que no encontraran ni Oro, ni Plata.
El ”MAR DEL SUR”, culminaba el sueño de Cristóbal Colón, interrumpido por el
enorme continente americano: establecer el camino definitivo entre las Indias;
Catay y Cipango, por vía marítima con Europa.
El Museo Naval de España, homenajea aquella Fantástica
Epopeya de 5 siglos, con una exposición que reúne más de 170 piezas entre
mapas, retratos, diarios de viaje, sextantes y otros instrumentos de navegación
de la época, y modelos de los navíos que se emplearon, y que detalla no sólo
los sucesivos viajes y los descubrimientos geográficos del XVI al XX, sino
también su alcance y calado, como el impacto comercial y científico, que
tuvieron las sucesivas expediciones.
El primer hito de la navegación en el Pacífico lo
realizó el portugués Fernando de
Magallanes al servicio de la Corona Española, quien consiguió llegar desde
el Extremo Sur del Continente Américano, hasta las Indias por el Cabo de Hornos
-el
estrecho sería bautizado con su nombre- aprovechando las corrientes y
los vientos.
Sin embargo, resultaba imposible volver utilizando
la misma ruta, tal y como explica a La Aventura de la Historia, José Manuel Sevilla comisario de La
exploración del Pacífico, 500 años de historia.
En su viaje, Magallanes
descubrió y reclamó las Filipinas para la Corona Española pero las corrientes y
los vientos que hacían posible llegar, dificultaban en cambio volver, de forma
que la alternativa consistió en continuar hacia la Península por la Costa
Africana pasando el Cabo de Buena Esperanza, tal y como completó Juan Sebastián Elcano en 1522, tras la
muerte en Filipinas de Magallanes,
consiguió realizar la Primera Circunnavegación de la tierra.
Sin embargo, la ruta no estaba abierta a los Barcos
Españoles, puesto que, según el TRATADO DE TORDESILLAS, la costa africana
pertenecía a los Portugueses.
No fue hasta que Miguel de Urdaneta y Miguel
López de Legazpi descubrieron el denominado TORNAVIAJE -el camino de vuelta-, una ruta
totalmente distinta, por el norte del Océano Pacífico, cuando la Empresa
Española se transformó, de Aventura Geográfica, en el Mayor Imperio Colonial, de
todos los tiempos.
El TORNAVIAJE haría posible el “GALEÓN DE MANILA”, es decir la ruta que
unía las Filipinas, en Asia, con Cádiz y Sevilla en España, atravesando 2
océanos, el Pacífico y el Atlántico, y un continente… “América”, constituyendo
la Mayor Arteria Comercial conocida hasta entonces, por el mundo.
El Galeón de
Manila partía de Cádiz hasta las Azores y de ahí al Mar Caribe, llegaba a
Veracruz, continuaba por tierra hasta Acapulco, embarcaba de nuevo en el
Pacífico, llegaba hasta las Filipinas, cuya Capital Manila, dio nombre a la Empresa,
y desde ahí emprendía el camino de vuelta utilizando el TORNAVIAJE hasta
California, hacía escala de nuevo en Veracruz, y continuaba por el Atlántico
hasta Cádiz y Sevilla.
Fueron 2 siglos de Predominio Mundial y Naval de
España, sólo compartido con los Portugueses, en los que el Imperio Español de
los Austria, se erigió como la Potencia Mundial Hegemónica.
Sin embargo, el fin de los Austrias, no significó
el fin de la Expansión Española en el Pacífico….
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