¿POR QUÉ LAS PLACAS TECTÓNICAS Y SUS MOVIMIENTOS,
SON INDISPENSABLES PARA LA VIDA?
Incluso si le
quitas a todos sus Habitantes Humanos, la Tierra aún seguiría "VIVA".
Su núcleo líquido
se mueve, generando un campo magnético que envuelve al planeta.
Los Volcanes en Erupción
Vomitan Gases y Pavimentan Nuevas Tierras con Lava Fresca.
La superficie
terrestre es un rompecabezas de placas del
tamaño de continentes que se empujan, se rozan y chocan
entre sí, generando poderosos procesos que Forman Montañas y Transforman
Paisajes.
Y el Metabolismo
Geológico del planeta -especialmente el dinamismo de sus placas tectónicas- es también
responsable de hacerlo habitable.
Si el planeta fuese
una roca espacial fría, muerta e inerte, probablemente la vida como la
conocemos no podría existir.
Otros mundos en el
Sistema Solar tienen superficies antiguas con marcas de cráteres de millones o
incluso miles de millones de años.
Sin embargo, sobre
la Tierra, las placas tectónicas se desplazan y se deslizan, renovando constantemente su superficie.
En las Dorsales
Oceánicas el magma se eleva, formando una nueva corteza al separar 2 placas.
Cuando dos placas
se presionan entre sí, una sección de una puede quedar bajo la otra.
Ese proceso puede Cavar
Trincheras Oceánicas Profundas o inducir Erupciones Volcánicas.
Y a veces, como en
los Himalayas, las placas continentales chocan entre sí y, al no tener otro
destino, construyen montañas.
PROCESO VITAL
Todo eso es
esencial para que haya vida sobre la Tierra.
Esos procesos
llevan carbono dentro y fuera del interior del planeta, regulando la cantidad
de dióxido de carbono en la atmósfera, un gas con efecto invernadero.
Cuando hay
demasiado, la atmósfera atrapa mucho calor.
La temperatura de
la superficie aumenta y la Tierra finalmente se convierte en un planeta como
Venus", dice Jun Korenafa,
Geofísico de la Universidad de Yale, EE.UU.
Y si hay demasiado
poco, todo el calor se escaparía dejando al planeta inhóspito y frío.
El ciclo de
carbono, por lo tanto, actúa como un termostato global, regulándose a sí
mismo cuando es necesario (aunque no toma
en cuenta el exceso de dióxido de carbono que está causando el cambio climático
por la actividad humana).
Un clima más cálido
también genera más lluvia, que ayuda a extraer más dióxido de carbono fuera de
la atmósfera.
El gas se disuelve
en gotas que caen sobre la roca expuesta y las consecuentes reacciones químicas
liberan el carbono y minerales como el calcio.
El agua entonces
fluye a través de ríos y riachuelos, hasta alcanzar finalmente el océano donde
el carbono forma rocas carbonatadas y objetos orgánicos como conchas marinas.
El carbonato se
sedimenta en el fondo marino sobre una placa tectónica que queda bajo
subducción, llevando el carbono al interior de la Tierra.
Entonces, los volcanes escupen el carbono de vuelta a la atmósfera en
forma de dióxido de carbono.
Después de cientos
de millones años, el ciclo finalmente se termina.
ACTIVIDAD TECTÓNICA
Y no solo la
subducción devuelve el carbono al manto terrestre: la actividad tectónica también lleva rocas frescas a la superficie que, expuestas,
son cruciales para las reacciones químicas que liberan minerales.
Las montañas,
formadas de placas tectónicas, canalizan el aire hacia arriba, donde se enfría,
se condensa y forma gotas de lluvia que ayudan a extraer el carbono de la
atmósfera.
Luego están los
volcanes. "La placas tectónicas
ayudan a mantener el vulcanismo activo por mucho tiempo", dice Brad Foley, un Geofísico de la
Universidad de Penn State, EE.UU.
"Si el vulcanismo no devolviera el
dióxido de carbón a la atmósfera, el planeta podría quedar muy frío".
Y mantener un clima
cálido es clave para un planeta habitable.
PLACAS Y DIVERSIDAD
Las placas
tectónicas también hacen otras contribuciones.
Hay estudios que
sugieren, por ejemplo, que la erosión y los
procesos de meteorización eliminan de la
roca elementos como el cobre, el zinc y el fósforo, llevándolos
hasta el mar.
Son nutrientes importantes
para organismos como el plancton y podrían haber sido responsables de
estallidos de diversidad como la explosión cámbrica ocurrida hace 540 millones
de años.
Hay pruebas que
también sugieren que períodos de poca erosión -con menos
nutrientes disponibles en el océano- coincidieron con eventos de
extinción masiva.
Al desplazar
continentes, las plazas tectónicas también podrían haber creado diversos
hábitats que impulsaron la evolución de la vida.
Y son también
responsables de los respiradores hidrotermales sobre
el lecho marino.
Cerca del borde de
una placa, el agua del mar puede filtrarse en las grietas, donde el magma las
calienta a cientos de grados, expulsando el agua caliente de vuelta al océano.
Esos respiradores
albergan diversos ecosistemas y algunos científicos sugieren que unas fuentes similares dieron origen a las primeras formas de vida
sobre la Tierra.
Los movimientos
constantes de las placas pueden incluso desempeñar un
rol en el campo magnético terrestre, que podría haber actuado como
un escudo, impidiendo que el viento solar arrancara la atmósfera.
¿PLACAS Y VIDA
EXTRATERRESTRE?
Los astrónomos
calculan que hay hasta cien mil millones de planetas en la galaxia.
Y muchos del tamaño
de la Tierra están dentro de la llamada zona habitable de su estrella, la
región donde no hace demasiado calor, ni demasiado frío para que potencialmente
exista agua líquida sobre la superficie.
Estar en la zona
habitable y tener agua líquida son los
factores más importantes para determinar si puede existir vida sobre un
planeta.
Pero después de
eso, otras características, como las placas tectónicas,
entran en juego, dice Norm Sleep, Geofísico
de la Universidad de Stanford, EE.UU.
Sleep dice que si
un planeta las tiene, "la
habitabilidad aumentaría enormemente".
Todo eso es,
obviamente, especulativo, ya que la Tierra es
el único ejemplo conocido de mundo habitable y con placas tectónicas.
Algunos
investigadores dicen que incluso puede que no hayan sido necesarias para que
hubiese vida en la Tierra.
En 2016, Craig
O'Neill, un científico planetario de la Universidad Macquarie en Sídney, Australia,
desarrolló modelos informáticos que sugieren que no había placas tectónicas en el pasado distante del planeta,
ni siquiera cuando la vida se originó hace 4.100 millones de años.
Sin embargo, otros
investigadores señalan que esa conclusión es prematura.
"Hay que tomar cualquier predicción sobre los
inicios de la Tierra con pinzas", señala Foley.
GEOLOGÍA Y BIOLOGÍA
Sleep apunta que
"esos ciclos geológicos están
haciendo más habitable a la Tierra", pero agrega que la biología
también es importante.
"La vida ha tenido 4.000 millones de años
para evolucionar rasgos que se adaptan a sí mismos a la vida sobre un planeta
con placas tectónicas", dice.
Pero incluso si
fuesen necesarias para la vida, los astrónomos probablemente no podrían
determinar si un planeta las tiene.
Los que están fuera
del Sistema Solar son muy distantes y es virtualmente imposible
medirlas sobre otros planetas.
"Apenas las detectamos sobre nuestro planeta
y estamos parados sobre ellas", resalta Lindy Elkins-Tanton, Científica Planetaria de la Universidad del
Estado de Arizona, EE.UU.
Las placas
tectónicas constituyen uno de muchos factores que
pueden influenciar la habitabilidad y puede que los científicos
no logren determinar la fórmula para la vida hasta que descubran,
efectivamente, seres extraterrestres.
Pero, mientras
tanto, la Tierra seguirá siendo el único mundo verdaderamente vivo.
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