sábado, 7 de diciembre de 2019

LA AVIACIÓN SUPERSÓNICA, EN RIESGO POR LA EMERGENCIA CLIMÁTICA

LA AVIACIÓN SUPERSÓNICA, EN RIESGO POR LA EMERGENCIA CLIMÁTICA

Aeronave de Aerion Corporation

El Concorde voló por última vez el 24 de octubre de 2003 tras casi 3 décadas de servicio.

El accidente que sufrió una de las aeronaves el 25 de julio del año 2000 y su compleja rentabilidad condenaron al icónico avión supersónico de British Airways y Air France al olvido.

Casi dos décadas después, el sector de la aviación privada está tratando de recuperar los vuelos supersónicos. Las compañías norteamericanas Boom Technology y Aerion Corporation pretenden hacerlo el próximo lustro.

Sin embargo, la creciente preocupación por la contaminación está cambiando su plan de vuelo.

Sobre todo, porque ya existe una alternativa verde: los jets eléctricos, más lentos, pero no contaminantes.

El sector de la aviación privada está en auge, según un informe de la firma de Honeywell Aerospace, se espera que las multinacionales y los milmillonarios se gasten unos 248.000 millones de dólares en comprar casi 8.000 nuevos aviones privados en la próxima década.

Un suculento mercado, en el que la Velocidad Supersónica, espera hacer acopio; precisamente, la rentabilidad atareada que sufrió el Concorde en su servicio comercial no resulta un problema en la nueva vida que busca la aviación supersónica, porque su modelo de negocio está centrado en el sector de la aviación privada.


Así fue el Primer Vuelo del Concorde: el tributo de Airbus a la velocidad supersónica.

El primer vuelo de prueba se produjo el 2 de marzo de 1969, el Concorde 001 rompió la barrera del sonido en octubre de 1969, y entró en el servicio comercial en 1976 con 16 aviones.

El pasado sábado 2 de marzo de 2019, se cumplieron 50 años del primer vuelo del Concorde.

Un hito de la aeronáutica a la que el gigante Airbus, ha querido rendir un homenaje.

"La aviación comercial dio un salto supersónico hacia el futuro hace 50 años, cuando Concorde realizó su primer vuelo", dice la nota de prensa difundida por la multinacional europea.

El rugido de los motores fue ensordecedor cuando la tripulación a bordo del Concorde 001 encendió los motores a la máxima potencia.

Después, una larga espera que se hizo eterna hasta que llegaron los vítores de aliento y los aplausos al ver cómo la aeronave ascendió sobre el cielo de Toulouse.

"Son las 3:38pm del 2 de marzo de 1969 y se acaba de escribir la primera página en la historia de la Aviación Comercial Supersónica", sentencia Airbus.




EL AVIÓN SUPERSÓNICO, LA APUESTA DE LA AVIACIÓN AMERICANA

Al momento siguiente, fue evidente la alegría de los técnicos, ingenieros, empleados y espectadores que presenciaron el momento.

Además, 600 periodistas de todo el mundo estaban listos para informar sobre cómo la vieja Europa superaba el desafío de la fusión de velocidad y tecnología al servicio del transporte de pasajeros.

Este vuelo inaugural, descrito por el capitán André Turcat como "un viaje alrededor de la pista", duró solo 29 minutos y no excedió los 480km/h. Junto a Turcat, la tripulación estaba formada por el mecánico de vuelo Michel Rétif, el ingeniero de vuelo Henri Perrier y el copiloto Jacques Guignard.

El siguiente vuelo se produciría el 9 de abril de ese mismo año: el Concorde 002, la versión inglesa, voló durante 22 minutos.

ROMPER LA BARRERA DEL SONIDO

El Concorde 001 rompió la barrera del sonido por primera vez en octubre de 1969 y llegó a Mach 2 durante su vuelo 102 de prueba, y la aeronave inglesa logró lo mismo una semana después.

El programa de cooperación Franco-Británica había sido firmado por el embajador francés Geoffroy de Courcel y el ministro de aviación británico Julian Amery el 29 de noviembre de 1962.

Confirmó el acuerdo industrial entre Sud Aviation y la British Aircraft Corporation descrito un mes antes.

El acuerdo comprometió a los 2 países, a una participación de 50/50 en los costes de investigación y montaje de Concorde.


El concorde ruso, un fracaso convertido en museo

Tardó 7 años en llegar el primer vuelo desde esa tarde de marzo, y se lograron muchas innovaciones, desde los controles electrónicos de vuelo y el primer cambio lateral de la cabina hasta los sistemas de frenos antideslizantes y el movimiento de combustible alrededor del avión en vuelo para ajustar su centro de gravedad.

La experiencia que obtuvieron los franceses y los británicos durante el desarrollo de Concorde significó que se evitaron algunos escollos cuando se creó Airbus, como las líneas de ensamblaje duales, políticamente motivadas, una en cada país.

La experiencia que obtuvieron los franceses y los británicos durante el desarrollo de Concorde significó que se evitaron algunos escollos cuando se creó Airbus


Otros 7 años fueron necesarios antes de que Concorde entrara en servicio comercial, en 1976.

En total, 16 aviones fueron construidos, y fueron operados por Air France y British Airways.

El trágico y único accidente del tipo en Gonesse, cerca de París en 2000, marcó el fin de las operaciones, 3 años después.

Así, en éste año 2019, año en el que se cumplieron 50 años del primer vuelo del Concorde, se han sucedido varios acontecimientos que hacen pensar que la vuelta del Avión Supersónico está más cerca.

El primero de ellos es que el gigante aeronáutico Boeing se ha asociado con Aerion para acelerar el desbloqueo de los viajes aéreos supersónicos para nuevos mercados.

"A través de esta asociación que combina la experiencia supersónica de Aerion con la escala global de Boeing y su experiencia en aviación comercial, tenemos el equipo adecuado para construir el futuro del vuelo supersónico", dijo Steve Nordlund, vicepresidente y gerente general de Boeing NeXt.

Jet de Boom Technology

El segundo, tuvo lugar en uno de los eventos más importantes de la aviación, el París Air Show, donde el administrador interino de la FAA, Dan Elwell, anunció un Aviso de propuesta de reglamentación (NPRM) que modifica y aclara los procedimientos reglamentarios existentes para obtener la aprobación de la FAA para testar aeronaves supersónicas.

"El Departamento de Transporte de EEUU y la FAA están comprometidos con la investigación y el desarrollo seguro y ecológico de los aviones supersónicos", dijo Elwell.

"Confiamos en la próxima generación de pioneros de la aviación que desean abrir nuevas oportunidades para el crecimiento comercial y económico", añadió.

Y el último hito tuvo lugar el pasado mes de octubre, cuando la NASA y Lockheed Martin anunciaron el comienzo del ensamblaje de su X-59 QueSST, un avión experimental diseñado para volar más rápido que el sonido sin producir los molestos auges sónicos de los aviones supersónicos anteriores.

"Es bastante obvio cuando lo miras en la planta de producción.

Se puede ver que se está comenzando a construir un avión", dijo Craig Nickol, gerente de proyecto de la NASA para el X-59.

La alta contaminación de la aviación es lo que ha llevado a la joven activista sueca Greta Thunberg, el rostro que simboliza la lucha de los jóvenes contra el cambio climático, a viajar en catamarán desde el puerto de Salt Ponds, EE UU, a España para acudir a la cumbre del clima, COP25

Todo parecía ir a un buen ritmo, pero el aumento de la preocupación por las emisiones de CO2 está haciendo tambalear el negocio, más en un sector como el de la aviación que se está viendo acorralado por la nueva filosofía verde imperante.

La propia Unión Europea está tomando medidas para reducir las emisiones de la aviación en el continente y está trabajando con la comunidad internacional para desarrollar medidas con alcance global.

Según datos ofrecidos por la Comisión Europea, las emisiones directas de la aviación representan aproximadamente el 3 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE y más del 2 por ciento de las emisiones globales.

Si la aviación global fuera un país, se ubicaría entre los 10 principales emisores.

Y cuando alguien toma un vuelo de ida y vuelta de Londres a Nueva York genera aproximadamente el mismo nivel de emisiones que una persona promedio en la UE al calentar su hogar durante todo un año.

Los preocupantes datos de la Comisión no solo se circunscriben al presente.

Para 2020, se proyecta que las emisiones de la aviación internacional global sean aproximadamente un 70 por ciento más altas que en 2005 y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) pronostica que para 2050 podrían crecer en un 300-700 por ciento adicional.

Lo cierto, la alta contaminación de la aviación es lo que ha llevado a la joven activista sueca Greta Thunberg, el rostro que simboliza la lucha de los jóvenes contra el cambio climático, a viajar en catamarán desde el puerto de Salt Ponds, EE UU, a España para acudir a la cumbre del clima, conocida como COP25, que se celebrará entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, después de que Chile se viera obligado a cancelar el encuentro por las revueltas sociales.

Precisamente, esta presión sobre el sector de la aviación es la que obligó a Blake Scholl, fundador y director ejecutivo de Boom Technology, a defender, durante el París Air Show 2019, que los aviones supersónicos serán respetuosos con el medio ambiente.

Así, aseguró que el prototipo XB-1 de Boom "tendrá la primera huella de carbono neta cero de la historia en un vuelo supersónico".

"Es importante hacer un vuelo supersónico de una manera que sea ambientalmente sostenible", añadió.

Boom Technology está trabajando para presentar un avión de pasajeros de 75 plazas y una velocidad Mach 2.2, que realiza el trayecto Madrid-Buenos Aires en seis horas y media.

Esta compañía calcula que su prototipo podría comenzar a hacer vuelos comerciales en 2025.

Hacer creer que un vuelo supersónico puede ser respetuoso con el medio ambiente no es lo único en lo que tienen que trabajar compañías como Aerion o Boom.

La alternativa eléctrica también ha visto en el sector de la aviación privada un nicho de negocio a explotar.

Es el caso de la compañía Eviation Aircraft que ha comenzado a comercializar Alice.

Un avión totalmente eléctrico que tiene como objetivo dar servicio a los consumidores que vuelan distancias cortas de entre 50 millas y 650 millas, vuelos regionales que cada vez crecen más en EEUU.

En este sentido, Eviation Aircraft informó este año que su primer cliente comercial de su avión totalmente eléctrico es Cape Air, una de las aerolíneas regionales más grandes de Estados Unidos.

Alice, de Eviation Aircraft

El sector de los vuelos comerciales, en declaraciones de Eviation a Bloomberg, es el segmento ideal para el avión totalmente eléctrico, que tiene como objetivo reducir el costo del viaje al hacer que las comunicaciones de media milla sean más baratas, rápidas y limpias.

Así, la compañía informó que los costes de funcionamiento del Alice serán de aproximadamente 200 dólares por hora de vuelo, en comparación con 1.000 para un turbohélice.

Eso sí, cabe mencionar que Alice será más lento que algunas aeronaves estándar: con una velocidad de crucero de 240 nudos (440 kilómetros por hora) es la mitad de veloz que los aviones comerciales modernos, pero no está muy lejos de algunos modelos de turbohélices.

LA APUESTA DE LA AVIACIÓN AMERICANA

Estados Unidos quiere conseguir la próxima aeronave comercial, el objetivo es que esta nave supere la velocidad del sonido, este reto puede ver la luz la próxima década.



El 24 de octubre de 2003 voló por última vez el Concorde tras casi 3 décadas de servicio.

El accidente que sufrió una de las aeronaves el 25 de julio del año 2000 y la escasa rentabilidad de la marca provocaron que el icónico avión supersónico de British Airways y Air France se quedase sin alas.

Más de una década después, tres compañías estadounidenses están trabajando para ver de nuevo en el cielo otro avión supersónico.

"Solo el tiempo dirá quién gana esta carrera", explica Boom Technology, empresa emergente estadounidense.

La primera carrera por conseguir un avión de estas características la libraron la Unión Soviética contra Reino Unido y Francia durante la segunda mitad del siglo XX.

Entonces, el Túpolev Tu-144 fue el primer avión comercial en superar la velocidad Mach 2.

Sin embargo, el éxito comercial de la aviación supersónica se lo adjudicó el Concorde.

Ahora, las compañías Boom Technology, Aerion Corporation y Lockheed Martin -en asociación con la NASA- son 3 compañías estadounidenses que se han propuesto habilitar la próxima generación de aviones comerciales supersónicos que acortarán todavía más el mundo.

"Imagínese llegar de Los Ángeles a Nueva York en menos de 3 horas, ese es el objetivo", explica Lockheed Martin a este medio.

Airbus, por su parte y según fuentes consultadas, entiende que el futuro de la aviación corre a cargo de la innovación y la sostenibilidad: "El desarrollo de la propulsión eléctrica e híbrida eléctrica es una de las tecnologías más prometedoras".

La optimización de la movilidad del ser humano es uno de los retos de las sociedades del futuro.

Las 3 compañías consultadas entienden que la aviación supersónica será uno de los revulsivos del transporte de la próxima década.

Lockheed Martin explica que la aviación supersónica "hará posible un mercado aeroespacial global completamente nuevo, que permitirá a los pasajeros viajar a cualquier lugar en la mitad del tiempo que lleva hoy".

Por ejemplo, el avión de Boom realizaría el trayecto Madrid-Buenos Aires en unas seis horas y media, cuando ahora alcanza las 13 horas.

RENTABILIDAD Y SEGURIDAD

Uno de los problemas que llevó al Concorde a cesar su servicio fue la falta de rentabilidad.

Las 3 compañías consultadas asumen que gracias a los avances tecnológicos de este siglo y su propuesta de modelo de negocio solventan el asunto de la rentabilidad.

Aerion defiende que su servicio se centra en el sector de los jets privados: "Aerion está ingresando al mercado con el primer avión comercial porque existe un sólido espacio de negocio para que la aeronave sea tecnológicamente viable".

Boom Technology, por su parte, sentencia que su propuesta tiene "todas las tecnologías necesarias para construir un avión de pasajeros Mach-2.2 financieramente viable".

Sin embargo, la aeronave que Lockheed Martin está preparando, junto a la NASA, el X-59 QueSST, tiene por objetivo anular las restricciones que existen para los vuelos supersónicos que transcurren por áreas continentales. Y que se deben al ruido que genera superar la velocidad del sonido.

Así, Lockheed Martin explica que su colaboración con la NASA tiene por objetivo "cambiar las regulaciones actuales que prohíben los viajes supersónicos por tierra para permitir el transporte comercial supersónico a cualquier parte del mundo".

La compañía entiende que su trabajo es fundamental para el futuro de la aviación supersónica, pero recuerda que "este modelo de negocio solo serviría a un tercio del mundo y, en última instancia, no es económicamente viable".

El otro de los motivos que llevó al fracaso del Concorde fue las sospechas sobre la seguridad, sobre todo tras el accidente del vuelo 4590 al poco de su despegue del Aeropuerto de París-Charles de Gaulle y que provocó la muerte de todo el pasaje y tripulación.

Las compañías consultadas entienden que sus propuestas son tan seguras como un avión normal.

Aerion promete que su aeronave "se certificará con los mismos estándares que los aviones comerciales".

Y Boom asume que "volar es, con mucho, la forma más segura de viajar, y los aviones comerciales supersónicos serán tan seguros como los aviones de pasajeros de hoy".

¿CUÁNDO?

El avión de pruebas X-59 QueSST X-59 de Lockheed Martin, hará su primer vuelo en 2021.

Aerion asegura que lo hará en 2023, la certificación de la Administración Federal de Aviación la conseguirá en 2023 y la entrada del servicio se producirá en 2026.

Mientras, Boom explica que su prototipo biplaza volará el próximo 2019, y su avión de producción entrará en servicio en 2025.

No hay comentarios:

Publicar un comentario