ALGUNAS ESQUINAS DE CARACAS
[Historia, Origen
de sus Nombres y Leyendas]
Origen e Historia de los Nombres de las Esquinas de
Caracas.
En Caracas, la ciudad Capital de Venezuela, sus
esquinas tienen nombres muy particulares; detrás de estos nombres se encuentran
muchas historias y leyendas de una Caracas antigua, que no quiere desaparecer.
ESQUINA DE SOCORRO:
Su nombre viene porque allí se encontraba un Puesto
de Socorro o Ayuda Humanitaria (tipo:
ambulatorio).
ESQUINA DE ANGELITOS:
Cuenta la leyenda que el presidente Páez se
encontraba con una mujer ajena y mandó a sus militares a que le avisaran por si
venía alguna persona, a estos guardias los llamaban angelitos.
ESQUINA DE PADRE SIERRA:
Su nombre viene de la época de la colonia, en honor
de Don Joseph de Sierra, Capellán de las Monjas Concepciones, quien vivió en
éste lugar en 1766.
ESQUINA DE SOCIEDAD:
A principios del siglo XIX, se encontraba en el
lugar una casona que fue sede de la Sociedad Patriótica en 1811.
ESQUINA DE EL CHORRO:
El nombre viene por los Agustín Pérez, él tenía un
negocio donde preparaba la mejor bebida de piña y papelón y tenía un sistema de
despacho único que al escuchar el sonido del centavo al caer en una alcancía,
él despachaba el jugo sin necesidad de abrir la puerta.
ESQUINA DE LA ROMUALDA:
Cerca del puente Catuche para el año 1824, existía
la pulpería de la Sra. Romualda Rubí, quien todos conocían por Ña Romualda.
ESQUINA DE PELIGRO:
Para el siglo XIX éstas esquinas era un campo
abierto con algunas chozas, donde por la noche los delincuentes robaban a los
inocentes transeúntes.
ESQUINA PELE EL OJO:
Un bodeguero instaló su negocio en el lugar y lo
llamó Pele el ojo al peligro.
ESQUINA DE LAS ÁNIMAS:
Para el siglo XIX, surgió una leyenda, que cuando
la oscuridad llegaba al sitio se podía escuchar un coro de voces fúnebres.
Unos curiosos salieron a la calle para descubrir
quiénes eran los cantores y se encontraron con sombras con túnicas blancas, que
tenían hachas encendidas, y dijeron que eran ánimas del Purgatorio.
ESQUINA EL MUERTO:
Durante la guerra de los cinco, en las calles de
Caracas, la mayoría de los heridos morían por falta de atención, al terminar
las batallas, los camilleros pasaban para recoger los muertos.
Una vez recogiendo los cuerpos de repente se levantó
uno y les dijo: "no me lleven a la
tumba, que todavía estoy vivo"; después de esto, los vecinos del lugar
decían; "esta es la esquina donde se
levantó el muerto".
ESQUINA DE SAN FRANCISCO:
Toma su nombre gracias a la iglesia de San
Francisco, que se edificó en 1593. Es una de las más conocidas esquinas de
Caracas.
ESQUINA DE LA BOLSA:
En esta esquina tenía su casa la bisnieta de Don
Diego de Boiza, que según la leyenda el nombre proviene de la descomposición
del apellido Boiza.
ESQUINA DEL CONDE:
Se debe su nombre, porque vivían 2 Condes con
título nobiliario, ellos fueron Don Fernando Ignacio de Ascanio (Conde de La Granja) y Don Antonio
Pacheco (Conde San Javier).
ESQUINA EL GUANABANO:
Su nombre se debe al árbol de guanábana que en
aquel sitio prestaba su acogedora sombra.
ESQUINA DEL CARMEN:
Todas las familias deberían aceptar un patrón o
abogado de la casa, por tal razón empezaron a poner sobre las puertas de los
zaguanes, retablos y bustos religiosos con el patrón de la casa.
Una de las pocas que se conserva en Caracas, es en
la esquina del Carmen, con su mismo nicho con la imagen de la virgencita de los
escapularios.
ESQUINA LAS GRADILLAS:
Su nombre se debe a que allí existían unas
gradillas o gradas, para bajar a la Plaza de Armas o Plaza Mayor de la Colonia.
Es una de las más emblemáticas esquinas de Caracas.
ESQUINA DE LAS MADRICES:
Fue llamada así en recuerdo de las bellas hijas del
Capitán Domingo Rodríguez de la Madriz.
ESQUINA DE SAN JACINTO:
Su nombre lo da El Convento de San Jacinto,
construido el siglo XVI.
ESQUINA LAS MONJAS:
En el siglo XVII, hubo una viuda rica que dedicó su
vida y fortuna a la Iglesia.
En lo que hoy es el Capitolio, había una casa de
dos pisos la cual convirtió en el Convento de Santa Clara, la viuda, sus 4
hijas, 3 sobrinas y 2 jóvenes, tomaron los votos como monjas.
ESQUINA ABANICO:
El nombre de Abanico parece corresponder a la forma
de las esquinas, pues debido a que la quebrada Catuche corre justo en ese
sitio, las fachadas de ambos lados debieron abrirse, formando un ángulo.
En 1898 se embovedó la quebrada de esta esquina, ya
casi totalmente edificada.
Otros atribuyen su nombre a los calores que sufría
una dama cada vez que pasaba un “proyecto” de amante por su casa.
ESQUINA CANDILITO:
La Candelaria y Santa Rosalía, durante el siglo
XIX, la iluminación de las calles de Caracas se hacía con candiles o faroles
colocados en la parte más conspicua de las esquinas. Para 1897, esta esquina ya
tenía esa denominación.
Resulta peculiar que en Santa Rosalía existe una
esquina homónima, con la misma referencia histórica.
ESQUINA CANÓNIGOS:
Su nombre se remonta a un pequeño cementerio para
eclesiásticos fundado en el siglo XIX por los canónigos de La Catedral,
pertenecientes a la cofradía de San Pedro.
ESQUINA CARMELITAS:
Para el año de 1725, en una casona situada al sur
de la Iglesia de Altagracia, vivía Doña Melchora Josefa de Ponte y Aguirre,
quien para aquella fecha solicitó y logró del Rey, convertir su morada en un
convento dedicado a las «Carmelitas Descalzas de Santa Teresa».
ESQUINA CIPRESES:
En el sitio donde hoy se levanta la Iglesia de
Santa Teresa, construida por Antonio Guzmán Blanco, existió el oratorio de San
Felipe de Neverí y el convento donde vivían los Monjes Neristas.
Lo que dio nombre a la esquina fueron los hermosos
cipreses que se levantaban por sobre las tapias del convento anexo.
ESQUINA COLISEO:
Alrededor del año 1820, funcionó allí el Teatro
Coliseo y la esquina que anteriormente se había dado a conocer como «Las
Sanavrias», cambia su nombre a Coliseo.
Otro ejemplo de que la historia puede leerse en las
esquinas de Caracas.
ESQUINA CRISTO AL REVÉS EN LA
PASTORA:
Cuentan que en ésta esquina vivía un zapatero que
cosía artísticamente tanto las zapatillas de tacón Luis XV como las botas de
los soldados.
Dicen que cuando un colega se instaló a pocas
casas, el zapatero colocó de cabeza a un Cristo para presionarlo a que le
alejara al competidor, de allí viene su curiosa denominación.
ESQUINA EL CUJÍ:
Hasta mediados del siglo XIX, Caracas tenía por
límite oriental el convento de San Jacinto.
Justo en el sitio conocido hoy como esquina de El
Cují terminaban las casas de la capital. Señalaba el límite de la ciudad un
hermoso cují que daba sombra al rancho de un pobre zapatero remendón conocido
como Ño Carrasquero.
ESQUINA LA CRUZ LA CANDELARIA:
Por muchos años existió en esa esquina una cruz.
Antes de la Independencia, allí se celebraron las
fiestas de Cruz de Mayo, corridas de toros, desfiles de Carnaval.
Aseguran que, en la última visita del Libertador a
Caracas en 1827, se hizo en esa esquina un templete donde el pueblo le rindió
homenaje.
Aunque pasa desapercibida para los transeúntes, en
la esquina se mantiene una antigua cruz que recuerda su origen.
ESQUINA LA PELOTA:
En 1680 se comenzó a construir una muralla para
proteger a Caracas de los piratas, esta muralla pasaba por esa misma esquina
siguiendo los límites del río Catuche.
Sin embargo, no fue construida completamente, pues
la población no la aprobaba.
Los empresarios europeos, llegados con la Compañía
Guipuzcoana, descubrieron que aquellos gruesos lienzos de muralla, eran muy
propicios para el juego de pelota y los adaptaron para crear la primera
instalación deportiva conocida en la historia de Caracas.
Desde entonces se llamó el lugar «la calle de la
Pelota» y luego «la esquina de la Pelota».
ESQUINA LA TORRE:
Catedral de Caracas no tuvo torre en sus primeros
100 años, por lo que las campanas colgaban de unos horcones de madera que
servían de campanil.
El reloj de la torre fue puesto en su sitio durante
la administración del presidente Juan Pablo Rojas Paúl entre 1888 y 1890.
Las campanas actuales son más nuevas que el reloj.
Se trata de una de las más famosas esquinas de
Caracas y desde su origen fue el punto más activo de la capital; su alrededor
se hicieron hoteles, negocios mercantiles y cafés, todos de gran fama y
animación.
ESQUINA LLAGUNO:
Toma el nombre de Don Felipe Llaguno, gran
terrateniente dueño de cultivos de cacao.
La gran casa que allí se levantaba era conocida por
los ricos aromas que de ella salían, pues en épocas de cultivo los esclavos
trabajaban el cacao dentro de la casa.
ESQUINA MERCADERES:
El nombre de esta esquina es tan antiguo que no se
tiene registro de su origen.
Desde siempre se le ha llamado de esa forma tal vez
porque en esa zona, tan cercana a la calle comercio, se colocaban personas
ofreciendo varios productos pues de allí partían las caravanas y los viajeros
que iban camino al Puerto de La Guaira.
ESQUINA PAJARITOS:
En esa esquina se encontraban los Padres
Franciscanos que obtuvieron agua por cañería de cal y canto para su huerta y su
convento.
En la huerta habían pilas a las que iban a beber
agua los pajaritos que con su canto alegraban toda la cuadra.
Un ejemplo más de que la historia puede leerse en
las esquinas de Caracas.
ESQUINA PRINCIPAL:
Los primeros edificios de la ciudad estaban
ubicados en los alrededores de la Plaza Bolívar y en la esquina noroeste, se
levantó un pequeño fortín de 2 pisos llamado el Principal.
De allí salían todas las órdenes de las autoridades
militares; éste Fortín era también usado como cárcel principal por lo que en un
principio esta esquina se conoció como Cárcel Real. Luego se construyó allí el
Teatro Principal.
ESQUINA SAN JACINTO:
Uno de los espacios públicos más antiguos de la
ciudad; su nombre lo da El Convento de San Jacinto, construido en el siglo XVI.
ESQUINA SAN PABLO:
Durante la epidemia de viruela en Caracas en 1580,
se erigió por voto de la ciudad el primer templo de San Pablo el Ermitaño.
Allí ocurrió el famoso milagro de sanación del
Nazareno de San Pablo, a través del limonero que se encontraba en el huerto del
templo.
En 1880 Antonio Guzmán Blanco tumbó el templo para
levantar el gran teatro de ópera, hoy Teatro Municipal, lo que causó que la
gente comenzara llamar esta esquina «Esquina de Municipal «, olvidando la
iglesia de San Pablo.
ESQUINA SANTA CAPILLA:
Debe su nombre a la iglesia de la Santa Capilla,
construida en una de las más conocidas esquinas de Caracas en 1883 por Guzmán
Blanco.
En esta zona existió anteriormente una ermita
construida por Diego de Lozada cuando fundó la ciudad, dedicada a San Mauricio
y bajo la advocación de San Sebastián.
Se dice que allí se dio misa por primera vez, por
ello en 1926 el templo es decretado Basílica Menor por el Papa Pío XI.
ESQUINA TRAPOSOS:
Algunos autores afirman que la esquina derivó su
nombre de una familia venida a menos que tuvo que dedicarse a vender ropa
vieja.
Esto llevó a afirmar que traposo, significaba lo
mismo que ropavejero o trapero.
Esa esquina se llamó en tiempo de la república,
ESQUINA DE ARRECHEDERRA o de Los Arrechederra, por la familia que vivió en el
sitio.
Ese nombre desaparecería luego y la esquina figuró
en los mapas de Caracas con el nombre de «Esquina
de los Traposos».
ESQUINA VEROES:
Era el lugar donde tenían su hogar los hermanos
vascos Francisco y Pedro «de Verois» por los días de la Compañía Guipuzcoana.
El uso de este apellido vasco se modificó con el
tiempo para transformarse en Veroes.
ESQUINA DOS PILITAS:
Fue llamada así porque allí vivían 2 hermanas
gemelas que compartían el mismo esposo y eran muy alborotadas, y al ser un
lugar de parada para los que venían del puerto, muchos de los se acercaban a la
casa a pedir agua, como la situación no era muy agradable para el celoso marido,
decidió instalar en las afueras de la casa 2 piletas o pilitas de agua, para
que en ellas saciasen su sed a los hombres y bestias que pasaban.
ESQUINA LA MARRÓN:
En esta esquina Don Lorenzo Marrón estableció su
domicilio. éste caraqueño se codeaba con la gente más ostentosa y distinguida
de Caracas durante la primera mitad del siglo XVII.
Pero su aposento no fue la razón por la cual la
llamaron esquina la Marrón, sino la belleza de sus hijas a las que
cariñosamente les llamaban "Las Marrones".
ESQUINA DE MIRACIELOS:
En 1696, se desató una terrible peste en Caracas.
Como no encontraban la forma de curarla y estaba
acabando con la población, acudieron a Dios para rogarle el cese de la peste.
Sacaron en solemne procesión la imagen del
nazareno, en medio de oraciones al pasar por una esquina donde había un árbol
de limón, la cruz del nazareno lo tropezó y en la corona de espina se enredaron
varias ramas, cayendo cantidades de limones al suelo. la gente tomo los limones
y se los frotaron en las yagas, dicen que muchos se curaron y cesó la peste.
Desde entonces esa esquina se le llamó miracielos y
al árbol, el Limonero del Señor.
ESQUINA ZAMURO:
En la vieja Caracas había un matadero ubicado en
esta esquina, por lo que era común ver buena cantidad de aves merodeando el
lugar.
Para anunciar la venta de carnes a los vecinos, el
dueño lanzaba cohetes para anunciar que había matado nuevos cerdos a muy
tempranas horas, ya que las ordenanzas de la ciudad prohibían a los
expendedores vender después del mediodía.
ESQUINA DE PELÁEZ:
La familia Peláez habitó, según parece evidente,
entre las esquinas de Llaguno y Cuartel Viejo, sector que recibía a mediados
del siglo XVIII el nombre de cuadra de Peláez en la que la pareja poseía un
amplio solar para esparcimiento de su numerosa familia.
El matriarcalismo caraqueño hizo que por largos
años la esquina se llamara de “Las Pélaez” feminismo repetido en muchas
esquinas de la ciudad por notoriedad de sus mujeres, como fue el caso de Doña
María del Carmen Peláez y Hurtado, quien se casó con Don Esteban Ponte y
Blanco, Caballero de la Orden de Alcántara.
ESQUINA DE CERVECERÍA:
Allí antiguamente estaba localizada la fábrica de
Cerveza Caracas, principal patrocinante del equipo fundado en 1942 llamado
Cervecería Caracas B.B.C., y que hoy en día se le conoce como, Los Leones del
Caracas B.B.C.
ESQUINA CURAMICHATE:
Antes denominada La Hoyada, debe su nombre a un
antiguo puente que cruzaba la quebrada de Cien fuegos que pasaba por esa
esquina.
Dado lo irregular del terreno en esa época,
resultaba intransitable ese lugar, además era utilizado como vertedero de
basura de la zona.
El puente fue inaugurado el 14 de agosto de 1873
por el presidente Guzmán Blanco en honor al desembarco de 1870 en Curamichate,
Estado Falcón de Guzmán Blanco y sus aliados para tomar el gobierno.
ESQUINA SANTA ROSALÍA:
Adquirió ese nombre entre 1724 y 1732 porque en ese
lugar se decidió trasladar la ermita de Santa Rosalía y la construcción de la
actual iglesia.
La ermita había sido constituida en 1696 y estaba
en la hoy Esquina El Viento.
ESQUINA EL VIENTO:
Conocida inicialmente como Sabanita del Viento, era
un lugar apartado y despoblado de la ciudad donde abundaban los árboles, la
maleza y se hacía más evidente los fuertes vientos por las pendientes
alrededor.
ESQUINA SORDO:
Rememora al General Manuel Salvador Noriega, quien
ya retirado de los oficios militares se dedicaba a cuidar la panadería de uno
de sus familiares.
El general había perdido por completo el sentido
auditivo y dado su carácter comenzaron a llamar la esquina como la del sordo.
ESQUINA ALCABALA (Ave
Este, con Ave Fuerzas Armadas):
como su homónima en la parroquia la Candelaria, la
esquina de Alcabala significaba el límite sur de la ciudad, en ella se
encontraba la carretera para ir a El Valle.
ESQUINA GUAYABAL:
Ostenta el nombre de los árboles que abundaban en esas
cercanías del río Guaire.
Muchas cuadras en el casco central de Caracas
llevan simplemente nombres de árboles que son muy notorios y que para la época eran
los mejores puntos de referencia.
ESQUINA REGENERACIÓN:
En 1875 se inauguró el primer puente sobre el río
Guaire por donde pasaban carruajes.
Entre los muchos títulos que se autoimpuso el
presidente Guzmán Blanco, estaba el de "regenerador de Venezuela", al
inaugurarse la obra se le denominó Puente de la Regeneración, pero apenas
pasados unos minutos la gente le comenzó a llamar Puente Hierro hasta nuestros
días, la esquina aún conserva su nombre original.
ESQUINA VELÁSQUEZ:
Lleva ese nombre por Don Domingo Velásquez, un
profesor que dictaba Latinidady Retórica en el Colegio Santa Rosa de Lima.
En la esquina se encontraba la residencia del
profesor, que al pasar los años vendieron y fue transformada en la Botica
Velásquez.
Inicialmente la botiquería estaba dentro de los
límites de Santa Rosalía, porque estaba en el cuadrante sureste, pero luego fue
mudado a un local en frente (suroeste)
que ya está en los linderos de la Parroquia Santa Teresa.
ESQUINA DE CRUZ VERDE:
Con motivo de la doble epidemia de viruelas y
fiebre amarilla que azotó a Caracas en 1696, el 20 de abril de ese año el
Gobernador Don Francisco de Berrotarán, hubo de informar al Rey sobre la gran
mortandad de gente habida en esta Ciudad.
La epidemia había causado tal cantidad de víctimas,
que no cabían los muertos en las iglesias y se enterraban en los campos.
En tal situación el obispo, Don Diego de Baños y
Sotomayor, solicitó del Gobernador permiso para fabricar una ermita dedicada a
Santa Rosalía de Palermo, "de lo cual habían derivado gran consuelo los
fieles".
El 16 de septiembre del siguiente año el Rey dio la
aprobación a la fábrica, y recomendó que el Obispo bendijera los campos antes
de dar sepultura a los muertos y se pusiera en ellos una cruz.
La Esquina se llamó primero de la Cruz de San
Jacinto, porque los terrenos lindaban con los del convento de los dominicos,
pero el color de que fue pintada muy pronto motivó que se le llamara de la Cruz
Verde, nombre con el cual aparece en todos los planos conocidos de Caracas.
ESQUINA DE SOLÍS:
Deriva su nombre de la Panadería de Augusto Solís,
establecida en esa esquina a fines del siglo XVIII.
De ella se hace mención en 1787, aunque más tarde,
en 1796, se identifica el lugar sin hacer referencia a Solís, cuando el Alarife
Juan Basilio Piñango comenzó la ejecución de unas obras " desde la Esquina
del Doctor Muñoz y la Calle que sigue al estanque de la carnicería del
Carguata..."
En las Actas del Cabildo de 1812 se encuentra
referencia al "cantón o estancia de Solís" lo que hace suponer que el
solar del panadero era de apreciables dimensiones, y tal vez contenía una
huerta.
En la Esquina de Solís fue trasladada en 1850 la
pila pública que se hallaba en la vecina esquina de Muñoz, la que después de
haber permanecido por algún tiempo en el antiguo Museo de Arte Colonial de la
desaparecida Casa LLaguno, fue finalmente colocada en la Quinta de Anauco.
ESQUINA DE CRUCECITA:
La Esquina de Crucecita era una hondonada, por
pasar por allí la quebrada del Teñidero, así que este nombre no debe referirse
a la cruz que debió marcar el sitio donde fue instalada una Catedral
provisional por elñ Obispo Don Narciso Coll y Prat en 1812, debido a la destrucción
ocasionada por el terremoto del 26 de marzo.
Tampoco pasó por allí ningún camino real, a cuya
salida hubiese plantado una cruz, como era acostumbrado, y menos aún parace
provenir el nombre de los tiempos del Obispo Díez Madroñero, pues la esquina
toma forma sólo poco antes de 1874, siendo el de ese año el primer plano que la
muestra, aunque sin nombre.
El plano de 1875 la llama de la Cruz, así como los
subsiguientes, hasta el de 1897, en que aparece la Crucecita, El Plano de 1919
es el primero que corrige en la Crucecita.
ESQUINA PLATANAL:
Al oeste de la Plaza de Candelaria se extendía
antiguamente una ciénaga, razón por la cual ese lugar tardó mucho tiempo en
desarrollarse.
Respecto al nombre del plátano, citado Alvarado a
José de Acosta, dice que debieron hallar semejanza entre estos plátanos de
Indias y los plátanos que celebran los antiguos.
ESQUINA DE FERRENQUÍN:
A principios del siglo XVIII vivió en esta esquina
un popular personaje de apellido Ferrenquín que poseía un circo en el que se
realizaban corridas de toros y actividades relacionadas con la fiesta brava.
Para ese momento ese sector fue conocido como Circo Ño Ferrenquín, nombre que
le quedó.
ESQUINA SAN LÁZARO:
En 1752 funcionó en esta esquina el Real Hospital
de San Lázaro, lugar de reclusión de enfermos de lepra, padecimiento también
conocido como mal de Lázaro.
Frente a él se extendía la plazoleta de los
lázaros, donde los enfermos solían pasear en las tardes soleadas. El hospital
fue destruido por el terremoto de 1812.
ESQUINA DE MUÑOZ:
La mas Antigua de Caracas debe su nombre al Doctor
Miguel Muñoz y Aguado.
El doctor Muñoz y Aguados era recordado por los
cronistas, como un hombre de carácter feroz.
Por los alrededores del centro de la ciudad se alzó
su casa solariega a mediados del siglo XVIII y junto a ella se encontraba una
fuente pública, que con el paso del tiempo adquirió el apellido del severo
personaje, y que estaba decorada con un “león teologal” como lo acota Blas José
Terrero.
Hace años esta esquina era ocupada por la
tradicional sastrería CASA MUÑOZ (donde
un peso vale 2).
Después de cerrar ésta casa, se instaló el Café
Muñoz, que con el tiempo se fue convirtiendo en un clásico punto de reunión,
tanto para la minuta del mediodía como para el café con amigos.
En verano muy concurrido en el atardecer.
ESQUINA PUENTE YANES:
Esta esquina debe su nombre al Dr. Francisco Xavier
Yanes, originario de La Habana, Cuba, que llegó a Venezuela a principios del
siglo XIX.
Se destacó por su participación en los hechos de
emancipación y por realizar escritor sobre nuestra historia nacional.
Estuvo casado con la hija del Dr. Socarrás y
estableció su casa de habitación en la esquina siguiente a la de su suegro.
Cerca de esta esquina, a finales del siglo XIX, el
arquitecto Hurtado construyó un puente que oficialmente se llamó Puente Antonio
Guzmán Blanco.
Sin embargo, teniendo el pueblo la referencia del
Dr. Yanes, siempre lo llamó Puente Yanes, tal como se le conoce.
ESQUINA SOCARRÁS:
En esta popular esquina de La Candelaria vivió y
murió el Dr. Socarrás, médico nacido en Puerto Príncipe, Haití. Llegó a
Venezuela en 1757.
Su casa fue sede de la Botica de Socarrás, donde
expedían medicinas.
En 1900, en esta esquina sufrió un atentado el
entonces Presidente Cipriano Castro.
ESQUINA AVILANES:
Hacia el año 1875, cerca de esta esquina vivieron
4 hermanos músicos de apellido Avilán, quienes eran muy solicitados para
amenizar retretas y fiestas.
ESQUINA MIGUELACHO:
En esta esquina funcionó la pulpería de Ño
Miguelacho, una de las más populares de la ciudad. Este personaje fue un
defensor de niños y desamparados.
En 1813 fue señalado de tener simpatías contrarias
al partido oficial, ante lo cual una congregación de niños salió en su defensa,
vociferando por su libertad en la Plaza Mayor. La petición fue aceptada por el Gobernador.
ESQUINA PLAZA ESPAÑA:
En 1954, esta esquina fue conocida como Cerrito del
Diablo, porque cerca de allí murió una niña maldecida por su madre y como
consecuencia, según narración popular, el Diablo se la llevó antes de ser
sepultada; posteriormente, un franciscano le da el nombre Cerrito de los
Claveles.
Para 1905 se erige allí un monumento en
conmemoración a Colón y el lugar pasó a llamarse Macuro, y no es sino hasta
1946 cuando cambia su nombre por el de Plaza España, colocándole un busto de
Miguel de Cervantes, del que en la actualidad solo queda el pedestal.
LA ESQUINA DE EL MAMEY:
Entre el Mercado Municipal de Quinta Crespo y la
Plaza Miranda, está relacionada no sólo con la mata de este fruto que había
anteriormente en esta zona del Centro de Caracas, sino también con la temible
Sayona.
Aunque muchos creen que éste espanto fue inventado
por las abuelas para tratar de aleccionar las vagabunderías y andanzas de los
hombres más jóvenes y mujeriegos, el temor a ser sorprendido por ésta belleza
nocturna era tangible.
ESQUINA DE CAMEJO:
Pedro Antonio Camejo tenía un taller sencillo donde
se dedicaba a la elaboración de ladrillos, pero su principal producto eran las losas
elaboradas con la técnica de la tierra vidriada, la primera cerámica que se
hizo en la capital de Venezuela.
ESQUINA DE MADERERO:
En el Teatro del Maderero se presentaban piezas
populares conocidas con el nombre de Las Jerusalenes y como en esa época la luz
eléctrica no había llegado a nuestro país, la escena era iluminada con
candilejas.
Las mechas de estas lámparas eran bañadas en grasa
animal, por los que producían una densa columna de humo mientras estaban
encendidas.
ESQUINA MATURÍN:
Su origen es de 1677, llamándose Esquina de
Arguizones porque allí quedaba la casa del General Pedro Luis Arguizones, pero
luego cambia de nombre a Esquina de Maturín por un negocio de una pulpería que
se estableció allí, en el terreno de esta esquina donde actualmente queda el
templo masónico, existió la casa del Regidor Valentín Ribas hermano de José
Félix Ribas.
Fue en esta casa, donde se reunieron por última vez
los conjurados del 19 de abril de 1810, la noche del miércoles santo, ante de
cumplir su misión, en donde allí se dictaron medidas que se habrían que tomar
en la creación de la nacionalidad venezolana.
Se dieron las palabras de los próceres Simón
Bolívar, Francisco Miranda, Muñoz Tebar y Coto Paul.
Allí nació el 19 de abril de 1810.
ESQUINA DE JESUÍTAS:
Se conoce con ese nombre porque allí quedaba la
casa que habitaban los padres de aquella orden.
La casa fue vendida luego a la Real Hacienda, sin embargo,
la esquina conservó ese nombre.
En la esquina había una hermosa mansión colonial
que fue residencia de los progenitores del General Rafael Urdaneta.
En 1888 El Doctor Andueza Palacios adquirió el solar
de la casa que luego fue asiento de la Academia de la Historia
ESQUINA LA FE:
Ésta esquina forma parte de la trilogía de virtudes
(caridad, esperanza y fe) que se
enmarcó dentro del Barrio de la Trinidad, para dar nombre al barrio que ya en
el plano de 1852 muestra algunas manzanas.
ESQUINA LUNETA:
La esquina tomó ese nombre debido a que en 1678 se
comienza a construir una muralla de defensa militar por temor a la invasión de
los corsarios franceses. Dicha muralla jamás fue terminada.
ESQUINA DOCTOR PAÚL:
Esta esquina lleva este nombre en honor al Doctor
Felipe Fermín Paúl, quien tenía su residencia en ese lugar.
Fue figura principal de la Sociedad Patriótica, con
gran actuación en los sucesos del 19 de abril de 1810, la Junta Suprema lo
nombró Ministro del Tribunal de Apelaciones, el primer Gobierno Revolucionario
lo nombró Secretario de Gracia y Justicia.
Se desempeño como Rector de la Universidad de
Caracas en 1823.
ESQUINA PUENTE TRINIDAD:
Su nombre se debe que por los años 1765 a 1766, se concibió
la idea de dar a las calles, esquinas y templos de Caracas nombres de patrones
celestiales entre esos, estaba incluido esta esquina.
ESQUINA DE HOSPITAL:
En la esquina que antecede a la tristemente célebre
Esquina de la Cárcel, conocida popularmente como La Rotunda, estuvo situado el
hospital anexo al convento de los Padres Neristas, y como en otras ocasiones,
dio nombre a la “Esquina de Hospital”.
Se llamó, en los tiempos de la Colonia, Esquina de
“La Cárcel”.
Luego el pueblo la bautizó “La Rotunda“, y hoy se
llama “La Plaza de la Concordia”.
Posteriormente, Guzmán Blanco ordenó la
construcción del Hospital de Caridad para Hombres, en un inmueble en la misma
localidad.
ESQUINA DE AMADORES:
En La ciudad de los techos rojos, Enrique Bernardo Núñez
explica que en la nomenclatura dada a la ciudad en 1811 se definía como calle
del Poniente "La que se desprendía de Amadores o Mercedes Vieja hasta el
solar de la viuda de Puerto Escondido.
La manzana situada al noroeste de la esquina fe el
solar del primitivo convento de los padres Mercedarios, que por hallarse tan
distante de los otros conventos (San
Francisco y San Jacinto) " sus campanas no se oyen".
En fecha no determinada fijó su residencia en la
esquina una familia Amador, y desde entonces comenzó a conocerse como la
Esquina de Amadores, cayendo en el olvido el primitivo nombre de las Mercedes
Vieja... La esquina donde murió José Gregorio Hernández es hoy un mercado.
ESQUINA DE ZAPATERO - LA PASTORA:
Dice Rafael Valery en la Nomenclatura Caraqueña",
un humilde zapatero dio nombre a esta esquina, que debió establecerse en el
sector hacia el último cuarto del Siglo XIX.
El Plano de 1875 indica como Zapatero la actual
esquina del Gobernador, en la Pastora, y esto continúa hasta el plano de 1897,
en cual, a su vez, la denomina del Jardín.
El Plano de 1906 es el primero en señalarlas como
hoy la conocemos.
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