martes, 28 de febrero de 2017
Caballeros Teutones... del Siglo XIII
Caballero Teutón del Siglo XIII
El caballero del Siglo XIII usaba un modelo de armadura de tipo "normando", usaba una cota de malla completa, con mangas, guanteletes, brafoneras (la protección para las piernas, a modo de medias de mallas) y cofia, todo ello sobre protección acolchada.
Sobre la cofia lleva un casco de tipo yelmo cilíndrico, también llamado "topfhelm", que complementa con un turbante.
Esta moda surge en el contexto de las cruzadas, si bien para evitar el calentamiento del metal por el sol, es posible que sea el origen de la característica tradición del siglo siguiente de adornar este tipo de casco con todo tipo de motivos, (un rasgo muy característico de la Orden Teutónica), sumada claro está, a la pretensión de los caballeros por identificarse en el campo de batalla ante el desarrollo de los cascos que cubren por completo el rostro.
El escudo es de tipo triangular, la evolución de los escudos normandos.
Mantiene la embrazadera de éstos pero reduce su tamaño y aplana el borde superior, probablemente en principio para adaptarlo a una caballería con un equipo ya muy pesado y tácticas complejas, aunque acabó por extenderse a la infantería.
La espada sería de tipo XII o XIII según la tipología Oakeshott.
Tanto escudo como sobreveste llevan los colores y símbolos de la orden: una cruz negra sobre fondo blanco, simbología que posteriormente adoptaron los ejércitos de Prusia y Alemania.
lunes, 27 de febrero de 2017
¿POR QUÉ EL SILENCIO, ES TAN IMPORTANTE PARA NUESTRO CEREBRO?
Florence Nightingale, una mujer extraordinaria
considerada precursora de la enfermería moderna, afirmó: “EL RUIDO INNECESARIO ES LA FALTA
DE ATENCIÓN MÁS CRUEL QUE SE LE PUEDE INFLIGIR A UNA PERSONA, YA ESTÉ SANA O
ENFERMA”.
Casi 2 siglos más tarde, la ciencia
ha confirmado que nuestro cerebro necesita el silencio, casi tanto como
nuestros pulmones el oxígeno.
EL
SILENCIO CONTRIBUYE A REGENERAR EL CEREBRO
Nada fortifica tanto las almas
como el silencio. (Jacinto Benavente)
Hasta hace poco se pensaba que
las neuronas no podían regenerarse y que nuestro cerebro estaba condenado a un
declive progresivo e inexorable.
Sin embargo, con el
descubrimiento de la NEUROGÉNESIS todo
ha cambiado, ahora los Neuro-Científicos se centran en descubrir qué puede
promover la Regeneración Neuronal.
En este sentido, un grupo de
investigadores alemanes del Research
Center for Regenerative Therapies Dresden han descubierto que el silencio
tiene un impacto enorme en el cerebro.
Estos científicos comprobaron que
en el cerebro de los ratones que se quedaban en silencio durante dos horas cada
día crecían nuevas células en el hipocampo, la región del cerebro relacionada
con la memoria, las emociones y el aprendizaje.
Además, constataron que esas
nuevas células eran capaces de diferenciarse e integrarse en el sistema
nervioso central para cumplir diferentes funciones.
Por tanto, reservar algunos
minutos al día para estar en completo silencio podría ser muy beneficioso para
nuestro cerebro, ayudándonos a conservar la memoria y a ser más flexibles ante
los cambios.
EL
SILENCIO PERMITE QUE EL CEREBRO LE DÉ SENTIDO A LA INFORMACIÓN
Nuestro cerebro tiene una “RED POR DEFECTO” que se activa cuando
estamos descansando.
Esa red se encarga de evaluar las
situaciones e información a la que nos hemos expuesto a lo largo del día y las
integra en nuestra memoria o las descarta si son irrelevantes.
Básicamente, esa red funciona
reclutando una serie de regiones del cerebro, que son las encargadas de seguir
trabajando por debajo del nivel de la conciencia.
También es la principal
responsable de los destellos de genialidad ya que se encarga de ir atando cabos
y buscar soluciones a los problemas.
Recientemente, investigadores de
la Universidad de Harvard descubrieron que esa red se activa de forma especial
cuando reflexionamos sobre nosotros mismos, por lo que sería esencial para
reafirmar nuestra identidad.
Estos investigadores también
apreciaron que la red por defecto se activa cuando estamos en silencio y con
los ojos cerrados ya que cualquier estímulo del medio que nos distraiga la
“apagaría”.
El silencio es el elemento en el
que se forman todas las cosas grandes. (Thomas
Carlyle)
EL
SILENCIO ES EL MEJOR ANTÍDOTO CONTRA EL ESTRÉS
Las ondas del sonido provocan
vibraciones en los pequeños huesos del oído, los cuales transmiten el
movimiento a la cóclea, donde esas vibraciones se convierten en señales
eléctricas que llegan hasta el cerebro.
El problema radica en que nuestro
cuerpo está programado para reaccionar de manera inmediata ante esas señales,
incluso en medio de un sueño profundo.
Por eso, el ruido provoca una
activación de la amígdala, la cual responde estimulando la producción de
hormonas como la adrenalina y el cortisol, que incrementan nuestro nivel de
estrés.
Por eso, no es extraño que un
estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell haya
descubierto que los niños que viven en zonas cercanas a los aeropuertos, donde
hay mucho ruido, son más vulnerables al estrés.
De hecho, estos niños tenían una
presión arterial más alta, y niveles más elevados de cortisol.
Afortunadamente, el silencio
tiene el efecto opuesto en nuestro cerebro.
Mientras el ruido causa tensión y estrés, el
silencio tiene un efecto sanador y relajante.
Así lo comprobaron investigadores
de la Universidad de Pavia, quienes descubrieron que:
TAN SOLO 2 MINUTOS EN SILENCIO
ABSOLUTO SON MÁS BENEFICIOSOS, QUE ESCUCHAR MÚSICA RELAJANTE, Y PROVOCAN UNA
MAYOR DISMINUCIÓN DE LA PRESIÓN SANGUÍNEA.
Por tanto, ahora ya lo sabes:
disfruta del silencio. Tu cerebro, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
EL MIEDO AL CAMBIO
EL MIEDO AL
CAMBIO
Tenemos tanto
miedo al cambio, que muchos nos aferramos a mecanismos de defensa como el
autoengaño, la resignación, la arrogancia o la pereza para no cuestionar las
creencias con las que hemos creado nuestra identidad.
Cuenta una historia que el joven
rey de un imperio lejano se cayó un día de su caballo y se rompió las dos
piernas.
A pesar de contar con los mejores
médicos, ninguno consiguió devolverle la movilidad.
No le quedó más remedio que
caminar con muletas.
Debido a su personalidad
orgullosa, mandó publicar un decreto por el cual se obligaba a todos los
habitantes a llevar muletas.
Del día a la noche, todo el mundo
comenzó a arrastrarse –en contra de su
voluntad– con el apoyo de dos palos de madera.
Las pocas personas que se
rebelaron fueron arrestadas y condenadas a muerte.
Desde entonces, las madres fueron
enseñando a sus hijos a caminar con la ayuda de muletas en cuanto comenzaban a
dar sus primeros pasos.
Y dado que el monarca tuvo una
vida muy longeva, muchos habitantes desaparecieron llevándose consigo el
recuerdo de los tiempos en que se andaba sobre las dos piernas.
Años más tarde, cuando el rey
finalmente falleció, los ancianos que todavía seguían vivos intentaron
abandonar sus muletas, pero sus huesos, frágiles y fatigados, se lo impidieron.
Acompañados por sus inseparables
muletas, en ocasiones trataban de contarles a los más jóvenes que años atrás la
gente solía caminar sin la necesidad de utilizar ningún soporte de madera. Sin
embargo, los chicos solían reírse de ellos.
Movido por su curiosidad, en una
ocasión un joven intentó caminar por su propio pie, tal y como los ancianos le
habían contado.
Al caerse al suelo
constantemente, pronto se convirtió en el hazmerreír de todo el reino.
Sin embargo, poco a poco fue
fortaleciendo sus entumecidas piernas, ganando agilidad y solidez, lo que le
permitió dar varios pasos seguidos.
Curiosamente, su conducta empezó
a desagradar al resto de habitantes.
Al verlo pasear por la plaza, la
gente dejó de dirigirle la palabra.
Y el día que el joven –ya recuperado– comenzó a correr y a
saltar, ya nadie lo dudó; todos creyeron que se había desquiciado por completo…
En aquel reino, donde todo el
mundo sigue llevando una vida limitada caminando con la ayuda de muletas, al
joven se le recuerda como “el loco que
caminaba sobre sus dos piernas”.
LA INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD
“Sé
Obediente. Estudia. Trabaja. Cásate. Ten hijos. Hipotécate. Mira la Tele. Pide Préstamos.
Compra Muchas Cosas. Y sobre todo, No Cuestiones Jamás, lo que te han dicho que
tienes que hacer” (George Carlin)
No hay nadie a quien culpar.
Pero lo cierto es que desde el
día en que nacemos se nos adoctrina para que nos convirtamos en empleados
sumisos y consumidores voraces, perpetuando el funcionamiento insostenible del
sistema.
Así es como, al entrar en la edad
adulta, seguimos la ancha avenida por la que transita la mayoría, olvidándonos
por completo de seguirnos a nosotros mismos, a nuestra voz interior.
Por el camino nos desconectamos
de nuestra verdadera esencia –de nuestros
valores y principios más profundos–, construyendo una personalidad adaptada
a lo que nuestro entorno más cercano espera de nosotros.
Si bien la sociedad y la
tradición ejercen una poderosa influencia sobre cada uno de nosotros, en última
instancia somos libres para tomar decisiones con las que construir nuestro
propio sendero en la vida.
Es una simple cuestión de asumir
nuestra parte de responsabilidad.
Sin embargo, tomar las riendas de
nuestra existencia nos confronta con nuestro miedo a la libertad.
De ahí que sí parece que nada se
transforma es porque –en primer lugar–
la mayoría de nosotros nos resistimos a cambiar.
Prueba de ello es que tendemos a
ridiculizar e incluso oponernos fieramente a procesos y herramientas –como el autoconocimiento y el desarrollo
personal– orientados a cambiar nuestra mentalidad.
Más que nada porque dicha actitud
implicaría dar el primer paso hacia una dirección aterradora: cuestionarnos a
nosotros mismos.
Es decir, al sistema de creencias con el que hemos creado nuestro falso concepto de identidad.
LOS 7 ENEMIGOS DEL CAMBIO
“Formamos
parte de una sociedad tan enferma que a los que quieren sanar se les llama raros y a los que están sanos se
les tacha de locos” (Jiddu Krishnamurti)
Al obedecer las directrices determinadas por la mayoría, hacemos todo lo
posible para no salirnos del camino trillado, rechazando sistemáticamente ideas
nuevas, diferentes y desconocidas.
No nos gusta cambiar porque a
menudo lo hemos hecho cuando no nos ha quedado más remedio.
Por eso lo solemos asociar con la
frustración y la vergüenza que conlleva sentir que nos hemos equivocado.
O peor aún: que hemos fracasado.
De ahí las tan pronunciadas
sentencias: “¡YO SOY ASÍ Y NO PIENSO CAMBIAR!” “¡LOS QUE TIENEN QUE CAMBIAR SON
LOS DEMÁS!”
Tanto es así, que existen 7
mecanismos de defensa cuya función es la de garantizar la parálisis psicológica
de la sociedad.
En esencia, representan las
principales motivaciones subyacentes de todas aquellas excusas que nos contamos
a nosotros mismos para no cambiar.
Estos Mecanismos Psíquicos nos
llevan a tomar decisiones y a adoptar actitudes y comportamientos que van en
contra de nuestro bienestar.
O más concretamente, en contra de
la posibilidad real de promover un cambio constructivo en nuestra manera de
ver, entender y disfrutar de la vida.
El PRIMER MECANISMO DE DEFENSA es
EL MIEDO.
Sin duda alguna, el más utilizado
por el statu quo como elemento de control social.
Cuanto más temor e inseguridad
experimentamos los individuos, más deseamos que nos protejan el estado y las
instituciones que lo sustentan.
Basta con bombardear a la población con noticias y mensajes
con una profunda carga negativa y pesimista.
Sobre todo porque está demostrado
que estos se instalan en algún oscuro rincón de nuestro inconsciente,
alimentando así a nuestro instinto de supervivencia.
Además, cuando vivimos con miedo
nos sentimos mucho más vulnerables y amenazados.
Y al buscar todo tipo de
seguridades y certezas, cerramos las puertas de nuestra mente y nuestro corazón
a lo nuevo y lo desconocido.
AUTOENGAÑO Y NARCOTIZACIÓN
“Nadie
es más esclavo que quien falsamente cree ser libre” (Johann W. Goethe)
Dado que el cambio es el mayor
enemigo del miedo, enseguida aparece en escena el autoengaño.
Es decir, mentirnos a nosotros
mismos –por supuesto sin que nos demos
cuenta– para no tener que enfrentarnos a los temores e inseguridades
inherentes a cualquier proceso de transformación.
Para lograrlo, basta con mirar
constantemente hacia otro lado, tratando de no pensar ni hablar sobre aquellos
temas y asuntos que puedan incomodarnos.
Por esta razón, el autoengaño
suele dar lugar a la narcotización.
Y aquí todo depende de los
gustos, preferencias y adicciones de cada uno.
Lo cierto es que la Sociedad
Contemporánea promueve infinitas formas de entretenimiento, que nos permiten
evadirnos de nuestros pensamientos, emociones y estados de ánimo las 24 horas
del día.
Así es como intentamos sepultar
nuestra latente crisis existencial.
Dado que en general huimos
permanentemente de nosotros mismos, lo más común es encontrarnos con personas
que –al igual que nosotros– no van
hacia ninguna parte.
Con el tiempo, esta falta de
propósito y de sentido suele generar la aparición de la resignación.
Cansados Físicamente y Agotados
Mentalmente, decidimos conformarnos, sentenciando en nuestro fuero interno que “LA
VIDA QUE LLEVAMOS ES LA ÚNICA POSIBLE”.
Es entonces cuando asumimos
definitivamente el papel de víctimas frente a nuestras circunstancias y, por consiguiente,
frente a la vida.
Esta es la razón por la que
solemos culpar a los demás y a nuestras circunstancias por todo aquello que no
nos gusta acerca de nosotros y de nuestra vida.
ARROGANCIA Y CINISMO
“Ninguna
persona cambia hasta que su situación deviene insoportable” (José Antonio Marina)
Puesto que el victimismo se sostiene
sobre un sistema de creencias erróneo y limitante, en caso de sentirnos
cuestionados solemos defendernos impulsivamente por medio de la arrogancia,
muchas veces disfrazada de escepticismo.
Esta es la razón por la que
solemos ponernos a la defensiva frente a aquellas personas que piensan de forma
diferente a nosotros, insinuándonos que el cambio todavía es posible.
Al mostrarnos soberbios e incluso
prepotentes, lo que intentamos es preservar nuestra identidad rígida y
estática, de manera que no nos veamos obligados a cambiar.
En el caso de que sigamos
posponiendo lo inevitable, la arrogancia suele mutar hasta convertirse en
cinismo.
Sobre todo tal y como se entiende
hoy en día.
Es decir, como la máscara con la
que ocultamos nuestras frustraciones y desilusiones, y bajo la que nos
protegemos de la insatisfacción que nos causa llevar una vida de segunda mano,
completamente prefabricada.
Tal es la falsedad de los
cínicos, que suelen afirmar que “no creen
en nada”, poniendo de manifiesto que en realidad no creen en sí mismos.
Por último, existe un SÉPTIMO MECANISMO
DE DEFENSA: LA PEREZA.
Y aquí no nos referimos a la
definición actual, sino al significado original que nos revela su raíz
etimológica.
Así, la palabra “PEREZA” procede del Griego ACEDIA, que
quiere decir “tristeza de ánimo de quién
no hace con su vida aquello, que intuye o sabe que podría realizar”.
No importa la edad que tengamos.
Ni lo desoladoras o adversas que
sean nuestras circunstancias actuales.
Estamos a un solo pensamiento de
dar el primer paso. Nadie dijo que fuera un proceso fácil.
Pero para empezar a vivir nuestra
propia vida –y no la de otros– el
cambio es sin duda nuestro mejor aliado.
domingo, 26 de febrero de 2017
La diferencia entre QUERER y AMAR, explicada por El Principito
La
diferencia entre QUERER y AMAR, explicada por El Principito
Querer y amar son ambos sentimientos maravillosos
pero, sin duda, distintos.
Todos (o casi
todos), tenemos un propósito firme e intangible en nuestra vida: amar a
alguien con todas nuestras fuerzas.
Pensamos en esto y lo deseamos fervientemente por
el simple hecho de que pensamos que la consecución de estos objetivos nos encamina
a la felicidad.
No nos equivocamos al pensar que el apego saludable
es indispensable para recorrer nuestro mundo.
Sin embargo, por diversas razones, acabamos
confundiendo el querer con el amar y viceversa.
Como consecuencia de esta confusión, llenamos
nuestra mochila emocional de falsos “TE QUIERO”, y de “TE AMO” vacíos.
LA
SABIDURÍA EMOCIONAL QUE ENCIERRAN LOS DIÁLOGOS EN EL PRINCIPITO
Una maravillosa recreación literaria basada en El
Principito de Saint-Exupéry nos brinda una poderosa enseñanza sobre
esta cuestión. Leamos con atención este pasaje con el objetivo de aportar luz
sobre esta poderosa realidad emocional que nos afecta a casi todos en un
momento u otro de nuestra vida.
TE AMO —le dijo el Principito—
YO
TAMBIÉN TE QUIERO —respondió la Rosa—
PERO NO
ES LO MISMO —respondió él, y luego continuó—
QUERER ES
TOMAR POSESIÓN DE ALGO, DE ALGUIEN.
Es buscar en los demás eso que llena las
expectativas personales de afecto, de compañía.
Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es
adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos
reconocemos carentes.
QUERER ES
ESPERAR, ES APEGARSE A LAS COSAS Y A LAS PERSONAS DESDE NUESTRAS NECESIDADES.
Entonces, cuando no tenemos reciprocidad HAY SUFRIMIENTO.
CUANDO EL
“BIEN” QUERIDO NO NOS CORRESPONDE, NOS SENTIMOS FRUSTRADOS Y DECEPCIONADOS.
Si quiero a alguien, tengo expectativas, ESPERO ALGO.
Si la otra persona no me da lo que espero, SUFRO.
El problema es que hay una mayor probabilidad de
que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes.
Cada ser humano es un universo.
Amar es desear lo mejor para el otro, aun cuando tenga
motivaciones muy distintas.
AMAR ES
PERMITIR QUE SEAS FELIZ, AUN CUANDO TU CAMINO SEA DIFERENTE AL MÍO.
ES UN
SENTIMIENTO DESINTERESADO QUE NACE EN UN DONARSE, ES DARSE POR COMPLETO DESDE
EL CORAZÓN.
Por esto, EL
AMOR NUNCA SERÁ CAUSA DE SUFRIMIENTO.
Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en
realidad ha sufrido por querer, no por amar.
SE SUFRE
POR APEGOS.
Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha
esperado del otro.
CUANDO
AMAMOS NOS ENTREGAMOS SIN PEDIR NADA A CAMBIO, POR EL SIMPLE Y PURO PLACER DE
DAR.
Pero es cierto también que esta entrega, este
darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento.
Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar
implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma.
Y el alma no se indemniza.
Y conocerse es justamente saber de ti, de tus
alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error.
Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el
error y no es solo para momentos de alegría.
AMAR ES
LA CONFIANZA PLENA DE QUE PASE LO QUE PASE VAS A ESTAR, no porque me debas nada, no con
posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
AMAR ES
SABER QUE NO TE CAMBIA EL TIEMPO, NI LAS TEMPESTADES, NI MIS INVIERNOS.
AMAR ES
DARTE UN LUGAR EN MI CORAZÓN PARA QUE TE QUEDES como Pareja, Padre, Madre,
Hermano, Hijo, y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.
DAR AMOR
NO AGOTA EL AMOR, POR EL CONTRARIO, LO AUMENTA.
La manera de devolver tanto amor, es ABRIR EL CORAZÓN Y DEJARSE AMAR.
AHORA LO ENTIENDO —contestó ella después de una larga pausa—
ES MEJOR VIVIRLO —le aconsejó El Principito—
Otra preciosa explicación relacionada con la
diferencia de la que hablamos es aquella que las enseñanzas budistas nos
ofrecen.
En ellas se afirma sabiamente que SI QUIERES A UNA FLOR, LA ARRANCAS PARA TENERLA CONTIGO, PERO SI “AMAS”
A UNA FLOR, LA RIEGAS TODOS LOS DÍAS, LA CUIDAS Y LA HACES SENTIR QUE ES
IMPORTANTE PARA TU VIDA.
Por eso QUERER
ES APRECIAR, PERO AMAR, ES MUCHO MAS, es estar pendiente… llenar a la
persona de ternura, detalles, cariños, y querer ser lo más importante en la
vida de esa persona… querer ser todo para ella (o para él), y querer demostrárselo a diario… amar y ser amado, es
incondicional y tolerante, es valorar a la persona y con el pasar del tiempo,
querer seguir estando ahí para la persona amada.
En definitiva, cuando amamos a alguien le aceptamos
tal cual es, permanecemos a su lado y buscamos dejar posos de felicidad y de dicha
en cada momento.
Porque los sentimientos para ser puros e intensos
tienen que venir de muy adentro.
Por eso es esencial hacer un ejercicio de trabajo
interior y cuestionarnos si lo estamos haciendo bien, si estamos gestionando
bien nuestros apegos y nuestros sentimientos o, por el contrario, estamos
confundiéndonos por el deseo de ponerle palabras duraderas y profundas a nuestras
relaciones.
MI CONSEJO:
SI AMAS A
ALGUIEN DÍSELO… Y DÍSELO SIEMPRE, CADA VEZ QUE PUEDAS… HAZ SENTIR A ESA
PERSONA, QUE QUIERES SER Y ERES TODO PARA ESA PERSONA, mas NO ENGAÑES O FINJAS AMOR, CUANDO “SOLO QUIERES”; ¿SI SOLO QUIERES?,
entonces no alimentes las esperanzas de quien te demuestra que te ama… NO DISFRUTES EL SUFRIMIENTO Y LA
FRUSTRACIÓN. ¡NO TE BURLES!.
Recuerda, NO
LE HAGAS A ALGUIEN, LO QUE NO QUIERES O TE GUSTARÍA QUE TE HAGAN A TI.
SI “ALGUIEN
TE AMA Y TE LO DEMUESTRA A DIARIO, Y TU SENTIMIENTO ES RECÍPROCO, DÍSELO Y DEMUÉSTRASELO TAMBIÉN”.
El Principito…!
EL SEXTO SENTIDO EXISTE, ¿CÓMO PUEDES DESARROLLARLO?
EL SEXTO SENTIDO EXISTE, ¿CÓMO PUEDES DESARROLLARLO?
Los 5 Sentidos Básicos son el Olfato, la Vista, el Gusto,
el Tacto y el Oído.
Estos sentidos se basan en sensaciones materiales:
permiten percibir elementos que existen físicamente alrededor de los seres
humanos.
La idea del sexto sentido es que, además de esos
cinco elementos básicos, el ser humano cuenta con un sexto sentido que guarda
armonía con sensaciones más ligeras, no físicas, no evidentes ni perceptibles
por los otros 5 sentidos.
EL
DESCUBRIMIENTO DEL SEXTO SENTIDO
El sexto sentido existe y se encuentra ubicado en
la Corteza Cingulada anterior del cerebro, en una región entre los dos
hemisferios.
El descubrimiento, que apareció publicado en la
revista norteamericana “Science”, fue hecho por científicos de la Washington
University de St. Louis.
“En esta zona del cerebro” —explica Joshua Brown— “se encuentra localizado un sistema de alarma
que advierte cuando alguna cosa no anda bien o cuando alguna de nuestras
acciones puede comprometer nuestra incolumidad.
Se trata de un circuito que da informaciones para
ajustar el rumbo de nuestro comportamientos y hacer que nos pongamos a
resguardo de los peligros”.
“Dicha corteza aprende a sentir el olor del engaño
y se pone en acción advirtiendo a la persona para que cambie de inmediato su
comportamiento (y apriete en este caso el
botón opuesto)”.
El individuo no toma consciencia de este cambio
inminente, pero sus reflejos mejoran y esto en la vida real significa que el
sistema endógeno hizo sonar la alarma a tiempo para escaparle a un error.
Los especialistas concluyeron que un funcionamiento
en exceso de este sistema de alarma inconsciente podría explicar por qué los Individuos
Obsesivo Compulsivos ven el peligro en donde no existe.
EL SEXTO
SENTIDO PUEDE ENTRENARSE Y DESARROLLARSE
ACCEDER A
TU INTUICIÓN
1 CULTIVA
TU INTUICIÓN.
La intuición indica un presentimiento, es decir,
algo que sabes o crees que es probable que se base en una sensación instintiva
más que en un razonamiento consciente.
Cuando te agrada o desagrada alguien que acabas de
conocer, o presientes algo bueno o malo sobre algo que está a punto de suceder,
se considera una sensación intuitiva.
Los científicos creen que la intuición es una forma
de procesamiento rápido de información y una habilidad que se puede desarrollar
con práctica y atención.
La habilidad de usar la intuición se desarrolla por
una exposición constante a varias situaciones y resultados: mientras más ricas
y complejas sean tus experiencias, será más probable que desarrolles el
conocimiento inconsciente e intuitivo sobre una amplia variedad de situaciones
y experiencias.
Por consiguiente, el desarrollo de tu intuición
empieza exponiéndote a las personas, lugares y cosas, y observándolas atentamente.
Presta mucha atención a tus sentimientos como
respuesta a los elementos que encuentres.
Fíjate cómo te sientes y reaccionas frente a ellos,
a lo mejor incluso puedes llevar un diario en el que anotes estas sensaciones y
las circunstancias que las causaron.
Mientras más practiques para observar a los demás y
a tus reacciones inconscientes, más armonía guardarás con tu intuición.
2 LLEVA
UN DIARIO DE TUS SUEÑOS.
Se cree que los sueños son expresiones
inconscientes de los sentimientos, pensamientos e ideas.
Como tal, pueden contener información intuitiva
valiosa sobre lo que tu mente consciente tal vez no sepa.
Convierte en un hábito el hecho de anotar todo lo
que puedas recordar sobre tus sueños en cuanto te despiertes.
Anota las personas, los acontecimientos, lugares,
objetos y sentimientos.
Establece conexiones entre el contenido de tus
sueños y tus sentimientos o las situaciones de tu vida consciente.
Cuando empieces a establecer conexiones entre tu
experiencia consciente e inconsciente, conocerás mejor y estarás más en armonía
con las ideas ligeras y experiencias debajo de la superficie de tu conciencia
inmediata.
3 ESCRIBE
LIBREMENTE.
La escritura libre implica sentarte con una hoja de
papel en blanco y anotar cualquier pensamiento que se te venga a la mente.
La escritura libre puede ser una práctica sumamente
útil porque te permite acceder a la parte de tu conciencia que existe antes de
que tu mente racional interceda.
Para escribir libremente, siéntate en un lugar
tranquilo y sin distracciones.
Saca una hoja de papel en blanco y empieza a
escribir lo que se te venga a la mente, aunque al inicio solo sea “NO SÉ SOBRE
QUÉ ESCRIBIR”.
Sigue escribiendo hasta que te quedes sin
pensamientos.
Si necesitas más indicaciones para empezar, puedes
empezar preguntándote algo como “¿A qué
le debo dar una respuesta?” o “¿En
qué he estado pensando últimamente?”.
Te sorprenderá hasta dónde puedes llegar con la
escritura libre y las ideas inesperadas con las que te encontrarás.
CULTIVAR
TU PERCEPCIÓN
1 APRENDE
A PRESTAR ATENCIÓN A LAS PEQUEÑAS COSAS.
Parte de desarrollar el sexto sentido es aprender a
prestar mucha atención a lo que te rodea, en particular a los detalles pequeños
o instantáneos.
Mientras más atención prestes a tus alrededores,
más consciente serás de los ligeros cambios y variaciones y más en armonía
estarás con el mundo que te rodea.
Mejorar tu percepción de esta manera te ayuda a
darte cuenta de las ligeras modificaciones y cambios en tu ambiente, y al final
a anticipar ciertas cosas antes de que sucedan.
Por ejemplo, imagina una calle por la que pasas con
frecuencia. Imagínatela lo más cerca posible y con la mayor cantidad de detalles
posibles.
¿En dónde se ubican las diversas tiendas?, ¿Qué
señales de tránsito tiene? ¿Cuál es el reglamento de estacionamiento?, ¿Qué
paisaje tiene la calle?
Anota todos los detalles que puedas recordar y
después ve a la calle y llena los espacios vacíos de tu memoria.
Anota una descripción detallada de lo que veas.
Luego, sométete a prueba para ver con cuánta
precisión recordaste los detalles que anotaste.
Aprende a prestar atención y a asimilar este nivel
de detalles en cualquier lugar al que vayas.
2 GRABA
LO QUE VEAS.
Enséñate a concentrar tu atención hacia afuera en
vez de hacia adentro.
Esto te ayudará a desarrollar sensibilidad a lo que
suceda alrededor de ti y te enseñará a callar tus propios pensamientos y
preocupaciones cuando sea necesario.
Lleva un cuaderno contigo cuando vayas a diferentes
lugares.
Anota lo que veas y sientas con la mayor cantidad
de detalles que sea posible.
Conviértelo en una práctica normal hasta que te
veas haciéndolo de forma automática, con o sin cuaderno.
3 APRENDE
A VER Y A ESCUCHAR CON ATENCIÓN.
Cuando hables con alguien, practica para prestarle
toda tu atención.
Cuando aprendes a observar a alguien de cerca y
atentamente, por lo general aprendes a captar las pistas pequeñas y casi
imperceptibles que indican lo que esa persona en realidad siente o piensa.
Anota las pequeñas variaciones en su tono y
entonación; mira el movimiento de sus ojos y la contracción o dilatación de sus
pupilas; presta atención a las palabras que digan, y a las pausas y silencios
entre sus palabras.
4
EJERCITA TUS SENTIDOS NO VISUALES.
Uno tiende a confiar en la vista para interpretar
el mundo que le rodea, tanto que la vista predomina los otros sentidos.
Sin embargo, si te esfuerzas a conciencia en
priorizar los otros sentidos, puedes empezar a percibir variaciones más sutiles
en el ambiente que anteriormente no conocías.
Cierra los ojos y usa tus otros sentidos para percibir
a las personas cuando caminen.
Presta atención al sonido de su ropa, pasos y
respiración.
Presta atención a su olor.
Presta atención a los cambios ligeros en el aire
alrededor de ellos cuando se mueven.
Presta atención a cualquier cambio de temperatura
que aparezca cuando pasen.
Fíjate si puedes detectar a dónde se dirige su
atención y si puedes saber cuándo te prestan atención.
Mientras te vuelvas más sensible a las personas y a
la energía que emanan, fíjate si puedes prestar atención al tipo de energía de
cada persona que pase.
¿Puedes percatarte de cualquier Tensión o Energía
Negativa o Positiva?
Evalúa la energía de los ambientes a los que
entras. ¿Puedes sentir cualquier energía positiva o negativa?
CALLAR TU
MENTE
1 DIRIGE
TUS PENSAMIENTOS HACIA AFUERA.
Cuando te concentras demasiado en el diálogo en tu
cabeza, no ves con facilidad lo que sucede con otras personas y cosas en el
mundo que te rodea.
Cuando te veas atrapado en tu cabeza, dirige tu
concentración hacia afuera y presta atención a las personas, los lugares y las
cosas que te rodean.
Calla tu mente diciéndote que no debes pensar en lo
que suceda en tu cabeza. En vez de eso, mantente tranquilo y sereno.
2
DESARROLLA UNA PRÁCTICA DE MEDITACIÓN.
Parte de aprender a guardar armonía con el mundo
que te rodea es aprender a callar tu mente y a observar con calma.
La meditación entrena tu mente y saca su desenfreno
normal y te permite acceder a la calma interna de tu cuerpo.
Empieza encontrando un lugar tranquilo en el que te
puedas sentar en silencio.
Cierra los ojos, y empieza a prestar atención a los
sonidos, olores y sensaciones físicas que te rodean.
Respira hondo y con regularidad, concentrándote en
tu respiración por tu diafragma y prestando atención a la pausa entre cada
respiro.
Cuando cualquier pensamiento aparezca en tu mente,
déjalo pasar poco a poco y con calma. No lo sigas.
Poco a poco aumenta el tiempo que pases meditando.
Al inicio, es posible que solo practiques 5 minutos
al día.
Poco a poco aumenta a 10 minutos al día, luego 15 y
después 20.
3 SAL A
PASEAR.
Salir a pasear de forma habitual puede ser una
forma excelente de salir de tu mente consciente y entrar en un estado más
intuitivo y sensorial.
Encuentra un lugar tranquilo por dónde caminar.
Muchas personas sienten que estar cerca de la
naturaleza les ayuda a conectarse a un lugar más grande que ellas, lo cual les
ayuda a guardar más armonía con el mundo que les rodea y a obsesionarse menos
con su mente consciente y racional.
Cuando camines, saca tu atención adrede.
Concéntrate en lo que veas, huelas, pruebes y toques.
Percibe los sonidos más pequeños que puedas. Presta
mucha atención a los cambios pequeños en el paisaje.
Siente los cambios más pequeños en la temperatura,
viento y presión.
Lleva un cuaderno en el que registres lo que
percibas.
Anota lo que observes y cómo reaccionas a esas
percepciones.
CONSEJOS
-Estar en armonía y cultivar tu sexto sentido o
intuición juega un rol importante en mantener tu estado mental calmado y
equilibrado.
Cuando recurres con frecuencia a tu mente
intuitiva, recurres a tus sentimientos, pensamientos e ideas que no siempre son
evidentes para tu mente consciente.
Hacerlo te permite reconocer y abordar los sentimientos
o ideas que te puedan estar afectando negativamente.
-También se cree que el desarrollo del sexto
sentido o intuición aumenta la imaginación y creatividad, lo cual es muy útil
si eres creativo o usas tu mente con frecuencia.
-Mientras tomes más conciencia sobre los demás y el
mundo que te rodea, serás más compresivo y empático.
-Cultivar la intuición es una manera excelente de
sentirte más cerca de las personas y cosas que te rodean.
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