GUARDIA
PRETORIANA
La Guardia Pretoriana (en latín, PRAETORIANI) era un Cuerpo Militar que servía de Escolta y Protección
a los Emperadores Romanos.
Antes de
los emperadores, ésta escolta era usada por los líderes militares aún desde los
días de la familia de los Escipiones, alrededor del año 275 a.c.
Los
miembros de la Guardia Pretoriana, estaban entre las más diestras y célebres
fuerzas militares de la historia antigua.
Los soldados de las Cohortes
Pretorianas recibían doble paga y gozaban de numerosos privilegios; cada miembro,
al abandonar la cohorte, recibía 20.000 sestercios después de 16 años de
servicios.
.-El término PRETORIANO, tiene su origen en la Tienda de Campaña del General o Praetor
de un Ejército Romano, llamada PRAETORIUM.
La primera noticia
convenientemente documentada que hay es la del año 146 a.c. en que Publio
Cornelio Escipión Emiliano marcha hacia Numancia con su impresionante ejército
y una cohorte formada por quinientos amigos que formaban su escolta personal,
puesto que acampaban junto al pretorio, recibieron el nombre de «guardia
pretoriana».
Muchos de los generales romanos
tenían la costumbre de escoger entre las filas una fuerza privada de soldados
para servir como escoltas (guardias)
de la tienda o de la persona del general, y consistía en una infantería y una
caballería.
Durante
las guerras civiles aumentó el número de los soldados que integraban la guardia
pretoriana.
Con el pasar del tiempo, esta
unidad (cohorte) se llegó a conocer
como la Cohors Praetoria y varias figuras notables incluyendo Julio César,
Marco Antonio y César Augusto tuvieron una, Julio César se dio cuenta que se
necesitaba una unidad más peligrosa que las demás en el campo como la Legión X
Equestris (o Legio X Gemina).
Cuando
Augusto se convirtió en el primer gobernante del imperio en el 27 a.c., decidió
que tal formación era útil no solamente en guerra, sino también en política.
Así, de
las filas de las legiones de todas las provincias, Augusto reclutó a la guardia
pretoriana.
El campo
ocupado por esta tropa se llamó CASTRA PRAETORIA (Campamento Pretoriano) y su comandante, designado por Augusto,
prefecto del pretorio.
Este
cargo, puramente militar, no tuvo al principio gran importancia, pero la adquirió
en la época de Tiberio.
Los
prefectos del pretorio se convirtieron poco a poco en primeros ministros del
emperador. En un principio, había 2 prefectos del pretorio.
-LA PRIMERA GUARDIA
La
primera guardia fue muy distinta a la guardia de los tiempos posteriores, la
cual incluso llegó a asesinar emperadores.
Aunque
César Augusto comprendió la necesidad de tener guardaespaldas en el caos que
era Roma, tuvo mucha precaución al preservar los ideales de la República.
Augusto
solamente permitió que se formaran nueve grupos de guardias.
Originalmente
contaban con quinientos hombres cada uno, pero finalmente permitió hasta mil, y
solamente tres de estas divisiones se encontraban en estado activo dentro de la
capital del imperio.
También
se creó una unidad reducida de caballería, y cada escuadrón llamado turma
contaba con treinta hombres.
La
mayoría de los integrantes de esta primera guardia patrullaban el palacio y los
edificios más importantes, mientras que otras divisiones estaban posicionadas
en los pueblos que rodeaban Roma; se ha determinado que estas unidades eran
demasiado pequeñas como para ser una amenaza para el imperio.
Cuando 2
prefectos pretorianos, Quinto Ostorio Escápula y Publio Salvio Apro,
ascendieron al poder en el año 2 a.c., se conservaron las mismas figuras en los
números de divisiones, pero se mejoró el mando y la organización de tales.
Cuando César Augusto falleció en
el año 14, el periodo de calma entre los pretorianos finalizó y a partir de ese
momento comenzaron a usar su fuerza militar para ejercer presión sobre las
políticas del imperio.
Augusto
fue el único emperador que gozó de la lealtad total de los pretorianos.
Después
de la muerte de Augusto, los pretorianos actuaron según sus intereses
personales.
Sejano,
un prefecto ambicioso, movió la base de la guardia a los cuarteles de Roma.
En el año
23, Sejano logró convencer a Tiberio para que construyera los Castra Praetoria
(el campamento de los pretorianos)
justo en las afueras de Roma.
Uno de
los grupos de la guardia mantendría un puesto permanente como guardia del
palacio imperial.
Desde ese
punto de la historia en adelante, la guardia estaría bajo el control del César,
pero la guardia también obtuvo un buen grado de poder sobre el mismo.
En el año
31, Tiberio tuvo que enviar a su guardia personal, la COHORS PRAETORIA, en contra de aquellos ciudadanos y soldados que
apoyaban a Sejano.
Aunque la
guardia le fue fiel a un Tiberio que se encontraba muy envejecido, el poder
político de la misma dejó de ser un secreto.
En las campañas militares, los
pretorianos mantenían las mismas formaciones que el ejército romano.
Ya en el
año 68 se les empezó a enviar al campo de batalla y lograron destacarse en la
batalla de Bedriacum bajo el mando de Otón.
Los
líderes Domiciano y Trajano mandaron a la guardia a que luchara en las guerras
que tuvieron lugar en Dacia y Mesopotamia, mientras que Marco Aurelio los utilizó
para su campaña del Danubio.
Durante
el siglo III los pretorianos asistieron a los emperadores en sus diversas
campañas militares.
-ASUNTOS POLÍTICOS
Luego de que muriera Sejano, como
parte del donativum (regalo imperial)
que Tiberio había prometido, la guardia comenzó a jugar un papel más ambicioso
y sangriento dentro del imperio.
La
guardia se convirtió en una fuerza sobornable que —por la suma adecuada de dinero o por pura voluntad— estaba dispuesta
a asesinar al césar.
La
guardia incluso llegó a ser una amenaza para sus mismos prefectos y para el
mismo pueblo romano.
En el 41,
Calígula fue asesinado en un complot orquestado por ciertos senadores y
miembros de la guardia.
Los
pretorianos ayudaron a que Claudio tomara el puesto de emperador y retaron a
que el senado se opusiera a su decisión.
Aunque la guardia contaba con el
poder de matar al césar, sus funciones no incluían ningún papeleo
administrativo, a diferencia del personal del palacio, el senado y la
burocracia romana.
En muchas
ocasiones, las barbaries de la guardia fueron castigadas severamente por el
emperador.
En el año
193, Didio Juliano le compró el imperio a la guardia por una vasta cantidad de
dinero luego de que la guardia lo subastara al mejor postor.
Ese mismo
año, Septimio Severo marchó a Roma y se deshizo de los pretorianos ya
existentes para que fuesen reemplazados por miembros de sus propias legiones
panonias.
En el año
69, Tito Flavio Vespasiano ya había sentado bases para este tipo de hecho: se
deshizo de un gran número de guardias cuando llegó al trono después de que
Vitelio ya hubiese eliminado a varios de ellos.
Como otra
medida de seguridad, Vespasiano nombró a Tito, su hijo, como el prefecto del
pretoriano. La turba romana luchó en varias ocasiones contra los pretorianos,
como fue el caso durante el reinado de Maximino el Tracio.
En 271 Aureliano viajó al este, a
Palmira en Siria, junto con sus legionarios, pretorianos y su caballería.
Los
palmirenses fueron derrotados fácilmente, pero este hecho cambió el modo en el
que los pretorianos eran vistos.
Diocleciano
y sus colegas crearon el sacer comitatus (escoltas
del emperador en el campo de batalla) que incluía a unidades regulares que
trabajaban bajo una estructura pretoriana, pero de una manera menos formal y
contando con más unidades.
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA GUARDIA
Diocleciano cambió el rol de los
pretorianos en el año 284.
La
guardia ya no desempeñó función alguna dentro del palacio una vez que
Diocleciano trasladara la sede real a Nicomedia, a sesenta millas de Bizancio
en Anatolia.
Dos
nuevos cuerpos, los JOVIANOS y HERCULIANOS (que
derivaron su nombre de los del Dios Júpiter y de Hércules) reemplazaron a
los pretorianos como los guardaespaldas del emperador y dicha práctica se
mantuvo durante la tetrarquía.
El 1 de
mayo de 305 Diocleciano se retiró como emperador y ya para entonces los Castra
Praetoria (el campamento de los
pretorianos en Roma) solamente servía como una pequeña base de operaciones
militares.
En el 306, Majencio (hijo de Maximiano) fue ignorado en la
línea de sucesión como emperador, y como resultado el ejército se movilizó el
28 de octubre e instauró a Majencio como emperador de Italia.
César
Flavio Valerio Severo, por orden de Galerio, intentó suprimir la guardia, pero
el resultado fue una rebelión de los pretorianos, quienes acabaron uniéndose al
ejército que comandaba Majencio.
Cuando
Constantino el Grande inició la invasión de Italia en el 312, su ejército se
enfrentó a las fuerzas de Majencio en la batalla del Puente Milvio.
Una vez
que Constantino derrotó a Majencio, se deshizo de los pretorianos, que habían
compuesto la gran parte del ejército derrotado.
Los
soldados de la guardia fueron enviados a diversas partes del imperio y se
demolió los Castra Praetoria.
La «edad de la guardia», que duró unos 300
años, llegó a su fin el día en que el susodicho fuerte fue demolido por orden
de Constantino.
EL LEGADO DE LA GUARDIA PRETORIANA
Aunque se ha asociado el término
«PRETORIANO» con la intriga, las
conspiraciones, la traición y con asesinatos, se podría argumentar que, durante
los primeros 2 siglos de su existencia, la guardia pretoriana ejerció una
influencia positiva en el Estado romano.
Durante
este tiempo, los pretorianos se encargaron de deshacerse de aquellos
emperadores crueles, débiles y poco populares, mientras que los justos, fuertes
y populares contaban con el apoyo y la lealtad de la guardia.
Al
proteger a estos monarcas y al detener los desórdenes y mantener un cierto
grado de control sobre el senado, la guardia permitió que el imperio tuviese un
periodo de estabilidad que se denominó como la Pax Romana.
No fue
hasta que terminó el reinado de Marco Aurelio, que de igual forma se considera
el fin de la Pax Romana, que la guardia comenzó a deteriorarse al convertirse
en mercenarios crueles, y por estos rufianes se recuerda a los pretorianos como
aspecto negativo de Roma.
Durante
la dinastía de los Severos y luego durante la Crisis del tercer siglo, las
legiones, el senado y el emperador empezaron a caer en la decadencia al igual
que los pretorianos.
-Para pertenecer a la guardia
pretoriana tenían que pasar las pruebas de selección del ejército, y
generalmente ser de clase alta, hijos de patricios o senadores o estar muy
recomendados dentro del ejército.
La guardia pretoriana en un
principio, para diario o desfiles portaban el equipamiento de combate de la
época republicana (casco de bronce, cota
de malla, escudo ovalado), para combate lucían el mismo equipo y armamento
que la legión.
En casos
especiales como en la época de Nerón, éste los uniformó como hoplitas griegos.
Como todas las legiones, la
guardia también tenía un símbolo propio para sus estandartes, en este caso era
un Escorpión (Signo Zodiacal del Emperador
Tiberio).
Los pretorianos recibieron
salarios sustancialmente más altos que otros soldados romanos en cualquiera de
las legiones, en un sistema conocido como SESQUIPLEX STIPENDUM, o por pago y
medio.
Así que,
si los legionarios recibían 250 Denarios, los guardias recibían 375 Denarios al
año.
Domiciano y Septimio Severo aumentaron el estipendio (pago) a 15.500 Denarios por año, distribuidos en enero, mayo y
septiembre.
.-REFERENCIAS
Y. Le Bohec, El ejército romano: instrumento para la conquista de un imperio. Ed.
Ariel, Barcelona, 2004, ISBN 84-344-6723-2 (978-84-344-6723-1)
A. Goldsworthy, El
ejército romano, Ed. Akal, Madrid 2005, ISBN 84-460-2234-6,
978-84-460-2234-6
A. Sánchez Sanz, Pretorianos.
La élite del ejército romano, Esfera de los Libros, Madrid 2017, ISBN
8491641718
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