LA NAVIDAD Y LOS
AZTECAS
Durante la Edad Media
el cristianismo –sus ritos y sus
tradiciones- consolidó su presencia en toda Europa.
En México, la Navidad y
su celebración aparecieron junto con los
españoles, vinieron como afirma Luis Rublúo, “en el mismo navío”.
Desde
el arribo de las primeras embarcaciones llegaron al nuevo continente grupos de
frailes que se encargarían de catequizar y difundir su doctrina.
Los
religiosos que se establecieron en la Nueva España echaron mano de diversos
instrumentos para avanzar en su propósito evangelizador.
No
sólo aprendieron las lenguas indígenas, sino que identificaron ciertos
elementos de las culturas locales y los incorporaron a sus enseñanzas.
Así,
reconocieron la importancia que entre los mexicas tenían los cantos, las danzas
y las representaciones teatrales, y no dudaron en asimilarlos a sus enseñanzas.
Al igual que otras
culturas, durante el solsticio de invierno, es decir, el 25 de diciembre, los
mexicas conmemoraban una fiesta muy importante de su calendario festivo: la
dedicada al dios tutelar Huitzilopochtli, hijo de Coatlicue, la de la Falda de
Serpientes, y madre de todos los dioses mexicas, asociada con la Tierra y la primavera,
quien había concedido a Huitzilopochtli cuando del Cielo cayó en su seno una
bola de brillantes plumas.
Sus hijos e hijas,
enojados al descubrir su preñez, decidieron matarla para así borra su falta,
pero en cuanto nació Huitzilopochtli, completamente pertrechado para la guerra,
dio muerte a tan despiadados hermanos y protegió a su madre del peligro que la
acechaba.
La fiesta mencionada,
denominada Panquetzaliztli, se celebraba el decimoquinto mes del calendario.
En ella, los sacerdotes
ayunaban por cuarenta días y hacían varias penitencias; por ejemplo, ir
desnudos a la medianoche a llevar ramos a los montes.
Fray Bernardino de
Sahagún en su Historia general de las cosas de la Nueva España, nos informa: El
segundo día de este mes, comenzaban todos a hacer areito, y a cantar los
cantares de Huitzilopochtli, en el patio de su cu; bailaban hombres y mujeres
todos juntos, comenzaban estos cantares a la tarde y acababan cerca de las
diez; duraban estos cantares y bailes veinte días.
A los nueve días de este
mes aparejaban, con grandes ceremonias, a los que habían de matar: pintaban los
de diversos colores, componían los con diversos papeles; al fin hacían un
areito con ellos, en el cual iban una mujer y un hombre pareados, cantando y
bailando.
El hecho de que los
mexicas realizaran una fiesta a Huitzilopochtli, el Dios-Sol de la guerra, en
la misma fecha en que los cristianos conmemoraban la Navidad, facilitó la labor
de los frailes en el Nuevo Mundo.
Hacia 1528, a escasos
siete años de haberse consumado la conquista de México, el franciscano Juan
Pedro de Gante reunió gran cantidad de indígenas para que entonaran el himno
religioso Ha nacido el Redentor, y así se festejó la primera Navidad. No se
tiene noticia de que en fecha anterior se haya llevado a cabo alguna
celebración con tal motivo en nuestro país.
DEJEMOS QUE NOS CUENTE EL MISMO FARILE TAN SIGNIFICATIVO
ACONTECIMIENTO:
"Mas por la gracia de Dios empecé a conocer y
entender sus condiciones y quilates, y como me había de haber con ellos, y es
que toda su adoración de ellos a sus dioses era cantar y bailar delante de ellos
(sic), porque cuando había que sacrificar algunos por alguna cosa, así como
para alcanzar victoria de sus enemigos, o por temporales necesidades, antes de
que los matasen, había de cantar delante del ídolo; y como yo vi esto, y que
todos sus cantares eran dedicados a sus dioses, compuse metros muy solemnes
sobre la Ley de Dios, y de la Fe, y cómo Dios se hizo hombre para librar al
linaje humano, y cómo nació de la virgen María, quedando pura y sin mácula; y
también diles libreas para pintar en sus mantas, para bailar con ellas porque
así se usaban entre ellos, conforme a los bailes y los cantares así se vestían
de alegría o de luto o de victoria; y luego cuando se acercaba la Pascua, hice
llamar a todos los convidados de toda la tierra de veinte leguas alrededor de
México para que viniesen a la fiesta de la Navidad de Cristo Nuestro Redentor,
y así vinieron tantos que no cabían en el patio, que es de gran cabida"
Es muy probable que este
acto de éxtasis musical se realizara en la Capilla del Colegio de los Naturales
de la Ciudad de México, la cual fue construida por el mismo lego.
Por lo visto, muchos
dioses nacen el 25 de diciembre, sin embargo, Cristo, de quien se dice la
Navidad es en su honor no hay registro alguno de su nacimiento.
Ni Pablo, ni Pedro,
Juan o los demás apóstoles celebraron la famosa navidad.
Los 4 Evangelios de la Biblia, tampoco mencionan fecha alguna, ni siquiera un dato aproximado de su nacimiento, la misma Palabra de Dios exhorta a los cristianos a recordar la muerte y resurrección de Cristo, no a recordar su nacimiento.
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