sábado, 23 de diciembre de 2017

EL ORIGEN DE LA NATIVIDAD…

EL ORIGEN DE LA NATIVIDAD…
Por: Octavio Casa-Madrid

Las Ceremonias relacionadas con el Fin de Año, obedecen a una Ligazón Histórica Ininterrumpida (no se trata solamente de una suerte de Sincretismo o Yuxtaposición Cultural), se refieren a los misterios venerados por la Humanidad desde épocas remotas.


Las fuentes las encontramos en el MITRAÍSMO; el ÁGAPE GRIEGO; las SATURNALES ROMANAS; el HANUKKAH y la NATIVIDAD. Todas ellas han integrado un todo ritual, hoy Patrimonio Intangible de la Humanidad. 

Los Misterios de Mitra, eran de especial importancia en el Imperio Romano (Siglos I y IV d.c.); el culto se transmitió desde el Asia Menor.
MITHRA; era una Divinidad Indoirania.

El culto de MITRA era una Religión Mistérica, de tipo iniciático; su nacimiento se conmemoraba en fecha cercana al Solsticio de Invierno, el 25 de diciembre.

Pero había otros ritos romanos de importancia, semejantes al de Mithra; el culto al Sol Invictus, y las Saturnalias.

El SOL INVICTUS, "el INVENCIBLE DIOS SOL" fue el Título Religioso otorgado, entre otras, a 3 Divinidades durante el Romanismo Clásico: EL GABAL, EL MITRA y EL SOL.

El GABAL, era la Antigua DEIDAD SOLAR SIRIA, que, gracias al Emperador Heliogábalo, cobró carta de naturalización en el Panteón Romano.

Para los Romanos el nacimiento del SOL INVICTUS, tenía lugar cuando la luz del día aumentaba después del Solsticio de Invierno; ello sucedía entre el 22 y el 25 de diciembre, según el Sistema de Datación de nuestros días.

Habitualmente se ha sostenido que el Emperador Constantino I, llegó a convertirse al Cristianismo, ello no fue así; él era adepto al SOL INVICTO, de ahí que la asociación con el Nacimiento de Cristo (el 25 de diciembre), que fue en su origen una asociación más bien Convencional y Sincrética (e incluso Política), pues la Biblia no menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús.

Así las cosas, la NAVIDAD o NATIVIDAD, tiene su origen en la Costumbre Romana de celebrar la fecha del "RENACIMIENTO" del DIOS SOL, y por ello las celebraciones del Imperio, paulatinamente, fueron asimiladas al Cristianismo.

Esto empata con la Tradición Hebraica; pues al haberse establecido que Jesús Murió un 25 de Marzo, calcularon 9 meses después, y así fijaron el 25 de diciembre para la Convención de su Nacimiento. 

En el mismo sentido la Natividad tiene por otra de sus fuentes, la Fiesta de BRUMALES o de SATURNALIA, dedicada al Sol, que se realizaba alrededor del Solsticio de Invierno, y culminaba, por lo general, el 25 de diciembre. 

No es de extrañar pues, que el Banquete Ritual de los Fieles de MITRA, y las ceremonias antes mencionadas, dieran lugar a la Eucaristía, en tanto ÁGAPE FRATERNAL (la expresión del Amor Verdadero o Inconmensurable).

Empero, los orígenes no se agotan en lo antes expuesto; el Ritual Hebraico del JANUCÁ o la FIESTA DE LAS LUCES O LUMINARIAS, conmemora la recuperación de la independencia judía a manos de los Macabeos sobre los Griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los Iconos Paganos, en el Siglo II a.c.

La tradición hebraica habla de un milagro, merced al cual pudo encenderse el Candelabro del Templo <MENORAH> durante ocho días consecutivos mediante una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno.

Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad: la de encender, en forma progresiva, un Candelabro de Nueve Brazos llamado JANUQUIÁ (uno por cada uno de los días más un brazo «PILOTO»).

La festividad acontece el 25 de KISLEV del Calendario Hebraico, fecha situada entre fines de noviembre y comienzos de diciembre del Calendario Gregoriano.

Es por lo antes dicho que la Francmasonería tiene por celebración especial la del solsticio de invierno, que en el Rito Filosófico del Águila de Oro tiene un significado adicional pues así mismo, se rememora “la atadura de los años” con arreglo al ritual mesoamericano.

Las anteriores referencias muestran una vez más el lazo místico que une a la Humanidad y prueban así mismo, la futilidad de las querellas religiosas y los fundamentalismos.


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