La historia del ANTIGUO
CAMINO CARACAS-LA GUAIRA, O CAMINO DE LOS ESPAÑOLES
En una hermosa crónica
de JACINTO ÁVILA con fotos de CARLOS FLORES, publicada en abril
de 1963, nos paseamos por las remembranzas de una época colonial y de un pasado
reciente de aquellos senderos que dieron y dan a Caracas personalidad de valle
y belleza de ciudad
CUÉNTAME
El antiguo camino de La
Guaira a Caracas tiene una historia tan larga como su destino.
En su origen guió los
pasos del conquistador hacia el Valle de las Maravillas, y la particularidad
que su constructor originario lo recorrió a la inversa.
Don Diego de Osorio,
fundador de La Guaira, en efecto llega a la rada por tierra y no por mar.
Par el año 1595, la ruta
seguida por Osorio se convirtió en camino.
Así se quedó durante un
siglo, como precaria vía entre la rada y el Valle. No fue sino el año 1604,
cuando SANCHO DE ALQUIZA lo reformó.
El antiguo camino de Caracas a La Guaira, empedrado
en el año 1604 por SANCHO DE ALQUIZA, en cuya empresa perecieron unos 100 mil
indígenas
La reforma consistió en
su empotramiento.
El pavimento de piedras
costó el sacrificio de 100 mil indios, que murieron en la realización de
semejante empresa.
Con todo el camino había
quedado habilitado no sólo para el tránsito a pie y a lomo de bestias, sino
también para el paso de coches tiros por caballos.
De allí que el Valle
descubierto por Diego de Losadas, donde fundó la ciudad Santiago León de
Caracas, el 25 de julio de 1567, fue meta de los viajeros y comerciantes
provenientes de La Guaira.
La torre de vigilancia reconstruida, fue instalada
como mirador estratégico para salvaguardar la ciudad de Caracas del ataque de
piratas
Para el año 1757,
registra en sus apuntes el Comandante Joseph de Matos, existían en el Litoral 17
castillos, construidos para la defensa del Puerto.
Posteriormente, se
construyeron los “CASTILLITOS”, para igual función en la ciudad, cercanos al
lugar conocido con la denominación de “SANCHORQUIS”, muy próximo a las “BATEAS”
y “CANOAS”, sobre “LA PUERTA” DE CARACAS.
Era el mirador del Valle
donde se levantaba la ciudad que en muchas ocasiones fue atacada por los
piratas.
Desde allí ejercía
vigilancia el centinela que daba la voz de alarma a la pacífica población.
Una vista panorámica de Caracas.
El sitio ideal para el descanso y para
abstraerse en la contemplación del paisaje avileño
Asimismo, ese camino con
el devenir de los siglos, fue la ruta que siguieron viajeros ilustres.
Alejandro de Humboldt lo
calificó de obra extraordinaria.
Ferrocarril Caracas – La
Guaira.
Túnel Boquerón, año 1906
Era, por decirlo así, la
vía obligatoria de comunicación entre Caracas y La Guaira, hasta el año 1873,
en que fue inaugurado el Ferrocarril, en épocas del General Guzmán Blanco.
Foto de 1959. Los antiguos paseos por el viejo
camino de La Guaira eran animados
Este grupo de excursionistas hace un alto para
descansar y tomar alimentos
Otro camino carretero
distinto al del cerro que nos ocupa, vino a cobrar auge los primeros lustros
del siglo XX.
La nueva vía era más
plana, pero en ningún momento tuvo las vistas tan atractivas que conserva el
camino del cerro.
Ferrocarril Caracas – La Guaira. Entrada al Túnel
Boquerón 1906
En la época que el Pbro.
Santiago F. Machado puso de costumbre las peregrinaciones hacía Maiquetía,
por el mes de febrero, se veía pleno ese camino paralelo por devotos de la
Virgen de Lourdes.
Costumbre que con los
años se perdió.
Foto de 1962.
Ya en los años 60 transitaban por el viejo camino o
ruta de los españoles, vehículos de doble transmisión
No obstante, el antiguo
camino de los españoles conserva en muchos trechos, el vestigio de su origen.
Existen muchos tramos
donde el empedrado se mantiene intacto.
Es por lo tanto un
paraíso para los excursionistas.
Ofrece parajes de
ponderada belleza.
En su principal tramo de
Caracas a Los Castillitos eran muy animadas las tardes sabatinas y las mañanas
dominicales por los caraqueños, excursionistas y turistas en general.
Los incendios que se
registraban con frecuencia con perjuicio de la flora y la fauna de la zona,
obligó a las autoridades respectivas a tomas medidas en el sentido de
evitarlos.
En el año 1941, fue
necesario construir un Cinturón Cortafuegos, a lo largo de las faldas del Ávila,
desde Cotiza hasta Petare.
El Fortín del Ávila, tomando el Camino de los
Españoles iniciando en el sector Puerta Caracas
El servicio
conservacionista del entonces Ministerio de Agricultura y Cría (MAC)
estableció desde entonces ciertas limitaciones en el tráfico por el antiguo
camino.
Se realizó entonces una
fuerte campaña de concienciación ciudadana en el sentido de prevenir, cuidar y
evitar el fuego.
También en esos años se
realizó una repoblación forestal, en las estribaciones de Cotiza, Los Venados,
el Cerro de El Papelón, y otros sitios pintorescos.
En los márgenes del
camino que conduce desde Puerta de Caracas a Los Castillitos fueron sembrados
muchos bosques “rompimientos” que le dan al lugar singular belleza.
Prosperó la vegetación
de plantas de THARAS y CASUARINAS, y, si el incendio no se provoca
intencionalmente no hay posibilidad de que allí se origine.
Sin embargo, esto se
podría evitar con la vigilancia que actualmente existe ejercida por la Guardia
Forestal.
1998. Valla, puesto de la Guardia Nacional, Camino
de Los Españoles
Igualmente se han tomado
otras previsiones, entre las cuales está la cerca marginal para evitar que los
visitantes penetren en la maleza.
Además, existen sitios
ideales para detenerse en la marcha, bien sea para descansar o para abstraerse
con la contemplación del paisaje.
En la actualidad los
vehículos de doble transmisión o tracción pueden llegar hasta un punto cercano
a LAS BATEAS, al pie de Los Castillitos.
Pero el tráfico más
constante es el de recuas, que proceden de “GALIPÁN”, y siempre bajan cargadas
de flores.
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