LA ECONOMÍA DEL AGUA...
El futuro se avecina complicado
El crecimiento de la
población del planeta parece no detenerse.
Las actuales tendencias
demográficas proyectan que para los siguientes 50-75 años la población mundial
asumirá 3.000 millones de personas más.
Un dato que nos invita
hacernos ciertos planteamientos económicos... y es que la primera ley de la
economía es que los recursos son escasos.
Los recursos hídricos cada vez serán más escasos
Un incremento de la
población mundial implica un mayor consumo de agua potable y a su vez una mayor
probabilidad de que las fuentes de agua existentes se contaminen por la acción
humana.
Sin embargo, nos
encontramos en la actualidad con problemas en el agua por residuos
industriales, pesticidas y otros contaminantes que no sólo hacen que el agua
sea sucia sino un fuerte riesgo asociado a la mortalidad.
Si hacemos una
fotografía actual del mundo, observamos que en muchas regiones del mundo se
encuentran en lo que se denomina "Estrés Hídrico" debido al crecimiento
demográfico y económico.
De hecho, 2.500 millones
de personas (36% de la población mundial)
viven en zonas bajo "ESTRÉS HÍDRICO" y más del 20% del PIB global ya
se produce en zonas de riesgo de escasez de agua.
Para el consumo del
agua, en líneas generales nos encontramos con dos problemáticas.
El primero es la escasez
física de agua que se deriva de que la demanda de agua es mayor que el
suministro de agua.
El segundo sería la
escasez económica de agua que supone que existe disponibilidad de agua, pero
por alguna razón económica que no es posible utilizar plenamente la fuente de
agua (costes de extracción, agua
contaminada, etc.)
Aunque la seguridad
alimentaria se ha incrementado significativamente en los últimos treinta años, las
extracciones de agua para el riego representan 66% del total de extracciones y
hasta el 90% en las regiones poco fértiles y de bajas precipitaciones, el otro
34% se utilizan por los hogares domésticos (10%),
la industria (20%), o evaporado de
depósitos (4%).
Dado que el uso per
cápita aumenta debido a los cambios en el estilo de vida y al aumento de la
población, en consecuencia, la proporción de agua para uso humano está
aumentando.
Esto, unido a las
variaciones espaciales y temporales en la disponibilidad de agua, significa que
el agua que se utiliza para producir alimentos para el consumo humano, los
procesos industriales y demás usos se está convirtiendo es un bien cada vez más
escaso.
En especial, uno de los
grandes problemas reside en los mercados emergentes, y más específicamente, en
China, es el crecimiento de la población que conlleva a una disminución
del suministro de la ratio agua potable per cápita.
Y es que los números
impactan... China con el 7% del suministro del agua en el mundo tiene el 20% de
la población mundial.
En América Latina, menos
del 20% de la población tiene acceso a sistemas de saneamiento adecuados a las
demandas de consumo.
Asimismo, la Ciudad de
México que soporta 23 millones de habitantes ha crecido por encima que la
capacidad de su sistema de agua y su sistema de saneamiento.
El futuro se avecina
complicado... para mediados del Siglo XXI se proyecta que alrededor de 2.000
millones de personas que residen en Oriente Medio y el norte de África vivirán
en zonas con escasez de absoluta de agua y alrededor de 5.000 millones de
personas (de una población estimada en
9.700 millones), vivirían en regiones geográficas con escasez física o
económica de agua.
Agua que necesitamos para
producir...
El agua es vital para
nuestra actividad económica, mucho más de lo que algunos podrían llegarse a
imaginar.
En el proceso productivo
de los alimentos interviene grandes cantidades de agua para que nosotros
podamos degustarlos sentados en una mesa.
Para una simple taza de
té son necesarios 35 litros de agua, una copa de vino llevaría implícito en su
proceso productivo la utilización de 120 litros de agua y para un vaso de zumo
de naranja la cifra alcanzaría los 170 litros de agua.
Si nos centramos en los
alimentos, una bolsa de patatas fritas conlleva la utilización de 185 litros de
agua, y las cifras de agua utilizada se dispararían para productos cárnicos
como una hamburguesa que necesita 2.400 litros o bien un kilo de carne res que
asocia 15.000 litros de agua en su proceso de producción.
Como hemos visto, en la
agricultura tiene un gran peso en la utilización de agua dulce y por su parte,
la producción industrial.
Se contamina las aguas
superficiales y subterráneas de manera directa, y de manera indirecta, se
ejerce en una contaminación por el uso de pesticidas y suplementos alimentarios
como hormonas o antibióticos.
Si examinamos el consumo
medio por habitante de los diferentes países, nos encontramos con países que
destacan por su elevado consumo de agua, superando los 300 litros por
habitante: ESTADOS UNIDOS (575 litros),
AUSTRALIA (493 litros), ITALIA (386 litros), JAPÓN (374 litros), MÉXICO (366 litros), ESPAÑA (366 litros) y NORUEGA (301 litros).
Proyectos para dar
respuesta a las futuras necesidades
Para hacer frente a la
escasez de agua, se ha identificado la desalinización y tratamiento de aguas
residuales como las dos tecnologías más importantes.
Y por ello, tenemos tres
actividades productivas que pueden dar respuesta a la problemática futura del
agua:
Las membranas para la
desalinización y tratamiento de aguas residuales.
Infraestructura
necesaria para el suministro del agua: Tuberías, válvulas y bombas de extracción.
Productos químicos para
tratamiento de aguas.
En Estados Unidos se
publicó un informe de la American Society of Civil Engineers en el
que se estimaba que, para solucionar las necesidades futuras de agua en las siguientes
dos décadas, se deberá invertir 298.000 millones de dólares para el tratamiento
de aguas residuales y hasta un billón de dólares en sistemas de agua potable
para evitar una crisis de abastecimiento.
China es uno de los
países que mayores urgencias tiene para solucionar los problemas de la
escasez de agua pues el 90% de las reservas de agua son subterráneas y el
75% de sus ríos y lagos están muy contaminados.
Como respuesta, China
está haciendo múltiples esfuerzos para asegurarse la potabilidad del agua
necesaria para sus ciudadanos.
Por el lado de los
controles, se están fortaleciendo los controles de contaminación del agua en el
Río Yangtze, con la construcción de 52 estaciones para examinar la calidad del
agua a nivel provincial.
En relación a las
infraestructuras, la más ambiciosa es una infraestructura que deberá bombear
cerca de 45.000 millones de metros cúbicos de agua al año hacia el norte de
China.
Para el 2020, China
tiene el objetivo de una tasa de tratamiento de aguas residuales de por lo
menos el 70% para la mayoría de las áreas urbanas.
Este objetivo se apoya
en un aumento previsto del 23% en la capacidad de tratamiento de aguas
residuales urbanas.
Además, la recolección
de aguas residuales también es probable que mejore con 125.900 kilómetros de la
red de tuberías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario